No era un genio, ni mucho menos, pero hacía muy bien lo que hacía.
Rachmaninov era un genio.
Bach era un dios de la música.
Gente que pasó por el mundo pero que no era de este mundo.
Y otros lo creyeron, tal vez, aunque no lo eran. Más bien los fans se lo hicieron creer.
Beethoven era un genio amargado y alcoholizado, al final de su vida, por su amor no correspondido, porque a pesar de su genialidad no pudo poseer a las bellezas de su entorno.
Elvis sí las pudo poseer. Era un guaperas con mucho estilo.
Pero no era un genio, ni muchísimo menos. Un hombre muy guapo, tal vez demasiado, y con buena visión de lo que pedía el mundo en ese momento.
Terminó empastillado y alcoholizado. Como Beethoven, eso sí.
Me sorprendió que cuando Paul vino a cantar a Asturias, quedaron entradas sin vender. Incluso regalaron muchas. Desde luego, yo la mía la pagué y la compré pronto.
No es un genio. Nunca lo fue. Mi criterio musical de genialidad es bien diferente, pero me ha hecho feliz escucharle siempre.
Adoro esta canción:
https://www.youtube.com/watch?v=fR4HjTH_fTM
Elegancia inglesa al poder.
