miércoles, 6 de mayo de 2020

Estoy revuelta

No sé qué me pasa. O sí lo sé. Estoy menstruando pero eso no me revuelve. Me gusta esa visita mensual porque me recuerda que soy mujer. Me he pasado la vida escuchando a mis amigas, a mis compañeras de clase, me duele esto, me duele otro, qué rollo....A mí me gusta y no me duele nada. La cabeza a veces. Hoy no. La deseé tanto y llegó dos día después de mi 15 cumpleaños....Me gusta que mis hormonas se revuelvan y se pongan locas, y el efecto que hacen en mí, me divierte y juego con él 
Estoy revuelta, hace calor, me he puesto un vestido rojo, hace aire seco, mamá esto...conéctame el Teams para la clase, voy, que se me pegan las lentejas...No se me han pegado. Están ricas dicen...
Me alegro. No soy buena cocinera. 
No me gusta cocinar pero cocino. Como un tipo que no le gusta conducir pero que es taxista. A mí sí. A mí me gusta conducir. Me cierro en mi coche, sola, piso el acelerador a Oviedo y escucho mi música, y soy feliz. 
No pongo a Dylan. No me gusta Dylan. Pero fui al concierto en Gijón. Nacho Vegas estaba allí, en patio, con su sombrero, yo sentadita, tranquilita, leeeeeeejos. Si tampoco le gusta Dylan, o muchas cosas de Dylan, ¿por qué estábamos allí? Tontos todos los que fuimos a ese concierto. 

Mi padre me dijo un día, con 18 años: "Para ser mujer, no conduces mal". El mayor piropo de mi vida, tal y como es. 
Tengo calor. Estoy revuelta. Y quiero nadar, y quiero salir, y quiero vivir....
Vivir. Eso quiero. Vivir antes de morir, que no es mucho pedir. 
¿Desvarío? 
No lo sé. Tengo derecho, porque este es mi blog. Esta es mi Torre. 
Estoy mmmmmmmmmmmmmmmmuy revuelta. 
Y me gusta. Me gusta muchísimo sentirme así. Que dure. Que dure mucho. Que dure siempre.