Recogida en Edición Dominical y en Sección de Economía del decano de la prensa asturiana, la entrevista que me han hecho, junto a otros economistas asturianos, sobre las perspectivas económicas para el nuevo año 2024.
https://www.elcomercio.es/economia/asturias-inicia-cuesta-enero-marcada-incertidumbre-moderado-20240107003229-nt.html
Asturias
inicia una cuesta de enero marcada por «la incertidumbre», pero con «moderado
optimismo»
Economistas
asturianos vaticinan que en este ejercicio se atenuará la inflación, pese a que
seguirán altos los tipos de interés
Susana D. Tejedor
Gijón
Domingo,
7 de enero 2024, 00:32
Incertidumbre. Esa es la palabra más repetida por los
economistas asturianos a la hora de analizar las perspectivas para el año que
acaba de iniciarse. Ellos manejan datos, saben leer entre líneas, viven de
cerca los sobresaltos y posibles repuntes, pero las «anomalías», dicen, no dan
tregua. ¿Cómo discurrirá la economía nacional y regional? ¿Cómo se comportarán
la inflación, los tipos de interés, los precios...? Son incógnitas para ellos.
Inciden en que, pese a que hay «un moderado optimismo», también es cierto que
«los posibles cambios en las políticas mundiales» pueden dar un vuelco a todas
estas previsiones.
La misma situación que se vive en el conjunto del país se
puede trasponer a la comunidad asturiana. «Tenemos claroscuros, luces y
sombras», reconoce Abel Fernández, decano del Colegio de Economistas de
Asturias, porque «partimos de noticias preocupantes, como la marcha de Arcelor,
lo que afecta a la mayor industria de la región, pero que también tiene graves
consecuencias en las industrias auxiliares». Y recuerda que, «si hay un repunte
de los precios de la energía, tendrá consecuencias negativas», a la vez que
alerta de la tardanza de los fondos europeos y la falta «de cierta
transparencia» en ellos.
En este escenario, Fernández quiere hablar de «luces»,
como la llegada de la alta velocidad, «que supondrá aspectos muy importantes
para nuestra economía, fundamentalmente para el sector turístico». Reclama ser
«moderadamente optimistas», ya que la previsión nacional es que haya una
moderación en la inflación, pese a seguir con unos tipos de interés altos.
Los expertos vaticinan que no habrá bajadas hasta el
segundo semestre de este año y el crecimiento de la economía será inferior al
de 2023. Tampoco los datos del paro son inquietantes, aseguran, ya que el
pasado no fue un mal año y se mantendrá la tónica a lo largo de este ejercicio.
Aunque «el futuro es incierto y en economía más», el economista Jesús Sanmartín
cree que se atraviesa una buena situación y que el turismo «está tirando y
exportamos razonablemente». Su vaticinio es que si Asturias conserva su tejido
industrial «va a mantener su posición, siempre a expensas de que en
ArcelorMittal no haya un quiebro en su marcha».
La bajada de la inflación marca «un buen camino» y Ángel
de la Fuente, director ejecutivo de la Fundación de Estudios de Economía
Aplicada (Fedea), confía en que los tipos de interés vayan bajando. «Se espera
una desaceleración menor que en otros países europeos, siempre que no ocurran
grandes desastres». Eso sí, «habrá problemas puntuales» con los precios.
«Llevamos años, tras la covid, recuperando, con un crecimiento bastante alto.
Este año habrá una tasa respetable, sin llegar a la recesión».
También se refiere a ese proceso de recuperación tras la
pandemia Esteban Fernández, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad
de Oviedo, que señala que «empezaremos a entrar a contener las inflaciones». Las
previsiones energéticas se moderan, matiza, y si se retiene en el tiempo
repercutirá en los tipos de interés. Los últimos índices van en esa dirección.
«Puede ser que el precio de la vivienda empiece a repuntar, pero es una
incógnita».
En medio de un panorama «incierto», con «muchos y
sucesivos cambios, como los conflictos de Ucrania y Gaza», Santiago Álvarez,
piensa que hay «cierto consenso» y que 2024 es un año para «relativizar». El
profesor de Economía Pública de la Universidad de Oviedo apunta que el
crecimiento de la economía española será menor que en 2023. «Habrá una
contracción del gasto. Ha sido un año de crecimiento en turismo y en creación
de empleo; el gasto se relativizará y moderará». No hay que perder de vista la
subida de los tipos de interés, que «golpea a la capacidad de adquisición de
las familias».
La previsión es un crecimiento menor del PIB, una
moderación de la inflación, la ralentización en la creación de empleo y unos
tipos de interés que, aunque sigan altos, no seguirán creciendo, lo que
supondrá «un alivio» para quienes afronten el pago de una hipoteca. «Va a ser
un año de menos crecimiento y se ralentizará la creación de empleo, con
inflación moderada. Ello obligará a ajustes en gasto público», indica Álvarez.
El motivo de este «moderado optimismo» al que aluden los
expertos se debe, esencialmente, según Susana Álvarez Otero, economista
financiera, al control de la inflación y la bajada de los tipos, lo que
«reactivará» el consumo. «Se matriculan coches y eso muestra confianza»,
indica. Su previsión es que en 2024 «no habrá un crecimiento bueno, pero como
consecuencia de lo que arrastramos, como el conflicto de Ucrania, que nos
arroja incertidumbres». Los sectores más afectados por esta fluctuación de la
economía son, según los expertos, la construcción y el inmobiliario, «motor en
España», y alertan de que en el Principado es preciso terminar lo que ya
iniciamos: «un cambio industrial».
La bonanza de las infraestructuras puede ser un punto
esencial, consideran los economistas asturianos consultados por este periódico,
pero «no hay que fiarlo todo a ello». Eso sí, reclaman la renovación del tejido
industrial de la región «de una vez». Santiago Álvarez avisa de que no hay que
olvidar que habrá un crecimiento económico importante en algunos productos y
las perspectivas son que la inflación se va a moderar. «No serán meses de
presiones inflacionistas muy fuertes». Pero reclama medidas a la
Administración. A su juicio, «la gran parte del ajuste será por la vía del
gasto».
Los precios nunca van para abajo y la situación no es más
complicada que la de 2021 y 2022, insiste Álvarez Otero que, aunque no obvia
que «va a haber una subida de la luz», cree que la inflación va a dar una
tregua, «aunque esté muy por encima de la UE». Lo preocupante es que «se pierda
el valor de la moneda; además, la desaceleración de la eurozona nos afecta
mucho en España». Pero considera que el BCE «ha acertado» y se puede pensar «en
bajadas de tipos o, al menos, no subidas» a partir del segundo semestre. «El
monstruo está controlado; esa subida de interés que ha reducido la actividad y
las bajas previsiones de crecimiento son consecuencia de lo que arrastramos»,
puntualiza.
Entrevista destacada en Selección de Prensa de la Universidad de Oviedo