jueves, 22 de diciembre de 2016

¡Feliz Navidad y todo lo mejor para 2017!

Le dejo, amable lector, una frase de Mario Benedetti: 

"No te rindas que la vida es eso, continuar el viaje, perseguir tus sueños, destrabar el tiempo, correr los escombros y destapar el cielo". 

Muy bella frase, aunque cuando los años pasan y pesan, las ganas de seguir peleando van mermando, sobre todo, si una vive instalada en un trabajo que si se quiere, puede ser muy cómodo además de estable si se ha logrado la condición de funcionario. Y si no, ya son ganas de complicarse la vida con nuevos retos, y nuevos sueños....

Me gusta mucho esta otra frase. Creo que es de "El Quijote" y la tengo en la galería de mi casa, donde escucho música. Lo compré en Toledo, el azulejo. 


La música siempre viene bien. La buena, claro está. Ahí va un bello fragmento...


                                           ¡Feliz Navidad!
Aquí mi acebo, cargado de frutos rojos en este época del año.
Este blog se toma un descanso hasta el año que viene...Pásenlo bien. 


Lady Susan

Una amiga me avisó del estreno de esta película. Está basada en uno de mis libros favoritos de Jane Austen. Me la he perdido. Me temo que estoy mucho más al día de estrenos infantiles, incluidos los sucesivos pestiños de la Guerra de las Galaxias. ¡Qué le vamos a hacer!. 
Es lo que toca en cada etapa de la vida...

A ver si la puedo ver un día. No tiene mala pinta. Releeré antes el libro.


martes, 20 de diciembre de 2016

De Guindos, o el sentido común ministerial

           Este artículo fue publicado en el diario EL COMERCIO el 13/12/16

Un día de asueto del puente de diciembre, lo puede aprovechar una para hacer tareas pendientes por casa o para escuchar al completo las declaraciones del ministro de Economía. O, si es mujer, para hacer ambas cosas a la vez. ¡Y qué tranquila se queda una limpiando los armarios de la cocina, al saber que alguien como De Guindos defiende nuestros intereses económicos en Europa! Este hombre representa el economista que a mí me hubiera gustado ser y está bien tener referentes en la vida. En una reciente rueda de prensa, De Guindos relató su periplo tras dos sesiones maratonianas de reuniones en Bruselas junto al resto de ministros de Finanzas del euro y la UE (Eurogrupo y Econfin, respectivamente). Hay quien lo define como un chulo; pues ni idea de si es así, o no. Tampoco me importa y no hay nadie perfecto en este mundo. A mí lo que me preocupa es que haga bien su trabajo, por la cuenta que nos tiene a los españoles. Creo sinceramente que lo hace, lo mejor que puede y que le dejan, y que gracias a él y a su ministerio, las cosas nos pueden ir a los españoles un poco mejor cada día. No es nada fácil presentarse allí y realizar una contundente defensa de la banca española, explicar que nuestro sistema financiero está en mejores condiciones que hace cuatro o cinco años; relatar que se ha inyectado capital y se ha llevado a cabo la reestructuración y luego la consolidación, que se ha creado el “banco malo” y que con todas esas medidas las incertidumbres que sobrevuelan Europa hacen más llevadero su efecto en nuestro país. No es poco lo que ha logrado desde su acceso al cargo en la anterior legislatura. De hecho, tan contento y satisfecho quedó de ello que nos lo contó en un libro: “España amenazada: De cómo evitamos el rescate y la economía recuperó el crecimiento”, que podrá sonar a autobombo, pero lo hizo.
 Hay políticos que no dan la talla y se retratan cada día pero no es menos cierto que, de vez en cuando, hay personas que se ganan a pulso el respeto por el trabajo que hacen. Me parece justo reconocerlo. Resulta que Bill Gates estos días está descubriendo que Adolfo Suárez fue un líder transformador y lo sitúa a la altura de De Gaulle. Tuvimos la suerte de tener buenos políticos durante la transición a la democracia. No todos los que ocupan cargos ministeriales ni ejercen de diputados actualmente llegan a la altura de aquellos políticos pero cuando aparece alguno, creo que es de justicia valorarlo. De Guindos dijo, al final de la anterior legislatura, que no quería repetir como ministro y estoy segura de que lo decía convencido. Luego le llegó una prórroga en funciones, con la que nadie contaba y después, le animaron a cambiar de idea y se dejó querer. Me alegro. Rectificar es de sabios y creo que todos salimos ganando con ello. En este país hemos sufrido a Bibiana Aído y a otros tantos de cuyo nombre no me quiero acordar y que le hacen pensar a una eso de que “a ministro puede llegar cualquiera”. Pero siempre hay excepciones que confirman la regla y para mí, De Guindos lo es. Estos días están poniendo a caer de una burra a Trueba, el director de cine, por unas inoportunas declaraciones. Supongo que todos hemos perdido, en alguna ocasión, la estupenda oportunidad de quedarnos callados y tal cosa nos pesa como una losa. Seguro que a Trueba también porque le va a pesar mucho a su nueva película pero es un cineasta que dice cosas muy sensatas como que todos debemos estar bien preparados para el cargo que ejercemos. Afortunadamente para la economía española, De Guindos se queda cuatro años más. Al menos eso espero yo, amable lector. No puedo ocultar mis debilidades, incluidas las ministeriales. ¡Qué le voy a hacer!

domingo, 18 de diciembre de 2016

La tierra de las flores, de la luz y del amor...

De nuevo en Valencia. Esta vez para formar parte del Tribunal de una tesis doctoral, en mi campo de investigación. 
Desde mi hotel, observo la Ciudad de las Artes y las Ciencias y pienso en su cuantioso presupuesto y lo mucho que cuesta su mantenimiento. 
Se me viene a la mente lo que preguntaría mi abuela, acerca de Calatrava: "Y este señor, ¿por qué no está preso?". 



jueves, 15 de diciembre de 2016

Mirlo blanco, cisne negro

El pasado martes y 13 de diciembre asistí encantada a la presentación del último libro de Juan Manuel de Prada, invitada por la dirección de EL COMERCIO. El acto tuvo lugar en el bello marco de la Colegiata de San Juan Bautista de Gijón y estaba organizado por el Ateneo Jovellanos y el Aula de Cultura de EL COMERCIO. 
Para la presentación se utilizó el formato de entrevista con Alberto Piquero y Miguel Rojo. Una lástima que el primero abusara de su tiempo de forma tan descarada. Hasta el propio Juan Manuel le llamó educadísimamente la atención, indicándole que no iba a quedar tiempo para el otro entrevistador. Es curioso que en la presentación de una novela que precisamente trata de vanidades literarias, el entrevistador, no el autor, tome más tiempo para dejar constancia de su criterio o de que ha leído la obra. En fin....Paciencia. Es lo que hay, mucha vanidad literaria y, en algún caso, totalmente injustificada. 
Me quedo con lo mejor del acto. La voz balsámica de su autor, explicándonos su obra y cómo le llegó su pasión y vocación por la literatura. 
Preparada estoy para leer su nueva obra. Esta tarde me voy de viaje, así que se viene conmigo...



Aquí una foto desde mi asiento. 



Mejor foto en la Crónica de EL COMERCIO, sobre el evento. Aquí se la dejo, amable lector. 
http://www.elcomercio.es/culturas/libros/201612/14/juan-manuel-prada-literatura-20161214002918-v.html

He descubierto que tengo una cosa en común con Juan Manuel de Prada. El que no se consuela es porque no quiere. La fecha de nacimiento. Ambos somos de 1970. Buena cosecha, je, je....


lunes, 12 de diciembre de 2016

I Capuleti e I Montecchi

Se ha estrenado en Oviedo este fin de semana la ópera de Bellini "I Capuleti e I Montecchi", versión operística del drama de Romeo y Julieta. Preciosa la portada del libreto que me entregaron junto con las entradas, en palco de platea. 



Imprescindible en el Intermezzo tomar un vinito en el Ópera Café. Esto nos cuenta el espejito del baño de señoras, no apto para señores...



Le dejo, amable lector, un versión grabada en Nápoles en 1995. En la representación de Oviedo, la imagen final de la escenografía me resultó impactante. No lo voy a desvelar. ¡Anímese a asistir!  





Oviedo celebró una nueva ópera y yo, 16 años de matrimonio, desde el 09/12/2000, que se dice pronto.

viernes, 9 de diciembre de 2016

Susanna

                  Este artículo fue publicado en el diario EL COMERCIO el 07/12/16

Como lectora habitual de EL COMERCIO, me permito opinar de los que opinan habitualmente en las publicaciones que acompañan este diario, por si tuviera algún interés para el amable lector. Yo diría que Juan Manuel de Prada es una voz absolutamente imprescindible en este país. De él admiro su prosa barroca, cada vez menos a mi pesar, sus golosos adjetivos, esa densidad en sus textos, propia de un escritor de peso. Y es que una cosa es rellenar una cuartilla con letras, lo hace un “juntaletras” y otra, bien distinta, ser un auténtico escritor. Con sus opiniones puedo no estar de acuerdo pero siempre me hacen reflexionar. En cuanto a Pérez-Reverte pues lo leo, sin más. Predica desde su púlpito, con patente de corso, pero a mí, sinceramente, me resultaban más entretenidos los sermones de los curas de la capilla de mi colegio. Aprendías algo con ellos. Pérez-Reverte sermonea con frecuencia en modo soez. ¿De veras un académico de la lengua tiene que usar tal plaga de palabras malsonantes para atraer la atención del lector? No sé si pretende que aprendamos, con sus lecciones de historia de España. Mejor un buen libro, creo yo. Él lo hace para rellenar semanalmente una hoja del suplemento dominical. Se conoce que anda escaso de temas. Eso sí, siempre intentando sembrar polémica, que bien que le gusta, para mantenerse en el candelero o, como decía la olvidada Sofía Mazagatos, en el candelabro. Moriré sin entender la razón de su éxito. Javier Marías, creo que amigo suyo, sí que me parece otro de los imprescindibles. Suelo coincidir con él en opinión y admiro desde su escritura hasta su talla intelectual. Tengo una amiga que no lo soporta porque dice que es un pedante. Lo ignoro, si lo es o no, pues no lo conozco de nada y entiendo que por un lado está la persona y, por otro, el personaje. A mí no me parece pedante pero, aunque así fuera, no me resultaría molesto porque yo, a una mente brillante le perdono prácticamente cualquier cosa.

Por el lado femenino, una de las grandes es, sin duda, Carmen Posadas. Me enganchó en un libro sobre una Otero que armó de las suyas en la Belle Époque en París y, desde entonces, leo siempre sus opiniones, preñadas de sensatez y bien escritas. Muy solvente y siempre en su línea viajera y solidaria está Cristina Morató. Todo lo contrario que Edurne Uriarte. Antes de leerla me pregunto, ¿con qué nuevo fascículo de su versión cargante del feminismo va a atacar al lector esta vez? “Liberando a la mujer” sería su bandera, pero con su imagen de fashion victim, esclava del último modelo de algún gran diseñador. Nos ha hablado de sus bolsos carísimos y de los accidentes de los camareros al servirle el vino, sobre tan preciado artículo de lujo. ¡Qué gran drama para la humanidad! También tenemos a Julia Navarro, al parecer escritora de éxito. Yo leo sus opiniones y me digo: “ni fu, ni fa”. Gramaticalmente correctos pero nada del otro jueves; no nos descubre el Mediterráneo, precisamente. Me regalaron su “Historia de un Canalla”: ¡863 páginas! Tengo pendiente de releer “Los hermanos Karamazov”, una novela grandiosa donde las haya y prefiero volver a dedicarle el tiempo a Dostoyevski que a ella, porque me temo que si leo esas 863 páginas no me compensarán el tiempo empleado y me llevarán a decir: “ni fu, ni fa”. He de buscarle una utilidad al novelón. Tengo la librería desbordada así que tal vez lo use de reposapiés para el pie izquierdo de mi hijo pianista, cuando toca la guitarra. Y hablando de hijos, tenemos a Care Santos, que en sus escritos nos muestra el esfuerzo épico que representa trabajar y criar hijos, ¡como si fuera la única! Huyo de sus artículos como de la peste bubónica porque no tengo ganas de que nadie me cuente el número de lavadoras que pone a la semana. Le aseguro que lo he leído en una de sus contribuciones de tirada nacional. Y entre tanto desierto, aparece como un oasis Susanna Tamaro. Ante todo, una mujer con personalidad. Coincidí con la que fue mi profesora de italiano muchos años, Pierangela, natural del Piamonte italiano, también gran aficionada a la literatura, en que “Va´ dove ti porta il cuore” no se cuenta entre nuestros libros favoritos. Sin embargo, sus artículos son un regalo para mí. Espero ansiosa su llegada. Me parece una buena escritora y una mejor articulista. Es una mujer brillante y con personalidad. Sin rastro de aborregamiento femenino en sus opiniones. Tengo muchos de sus artículos guardados pero hay uno que me marcó especialmente. Se titula “¡Una niña!” (Mujer Hoy, nº 874, 09/01/2016) y me chocó mucho que dijera que de niña no quería ser precisamente eso: una niña. “¿Acaso había algo más alejado de lo que yo era de verdad en mi fuero interno?”, declara. Se definía como una fiera. O directamente una tigresa (23/07/2016). ¡Cualquier lo diría!, con su cara angelical. Ella nunca quiso ser niña y otras  preferirían seguir siéndolo siempre, pero no se puede. Hay que madurar, crecer, ser esposas, madres, trabajadoras…Y convertirse en auténticas mujeres. 

domingo, 4 de diciembre de 2016

Mis músicos favoritos de Gijón

Siempre me gustaron muchísimo. Son mis músicos asturianos favoritos, y son de Gijón. Resido en esta ciudad desde hace 16 años y me sigo sintiendo ovetense de pura cepa, pero le declaro mi amor musical incondicional a estos músicos de Gijón que tan buenos ratos me hicieron pasar de jovencita con sus canciones.

Sigo sin entender la razón por la que no lograron el éxito nacional.  Actuaron hasta de teloneros de Hombres G; es como si Mozart hubiera hecho de telonero del malévolo Salieri. No niego haber bailado las tonterías del marcapasos de Marta, pero no llegaban a estos asturianos a la suela de los zapatos. Espero que les haya quedado, al menos, el consuelo de haber tenido todo el apoyo de los asturianos. Me cuento entre ellos y, desde aquí, mi pequeño homenaje a mis músicos favoritos de Gijón. Me encantaba su sonido, sus letras…que aún hoy, cuando las escucho, me siguen emocionando.

Chapeau para Los Locos!

Aunque hayan desaparecido, algunos fans siempre les recordaremos. 





Y esta otra también es muy buena...

viernes, 2 de diciembre de 2016

Campeonato Nacional de España de Ajedrez

Parece que hace nada que lo tenía colgado de mi pecho y ya se me va por esos mundos de Dios, por las Españas que decía Carlos I de España y V de Alemania a competir con niños de 12 años, a sus 9 añitos. Siete días de concentración y competición sobre esos endemoniados tableros blancos y negros, como las teclas de su piano, de mi piano...

Que te estrujes bien las neuronas, cariño mío y mucha suerte y muchos besos te manda tu madre, desde la Patria Querida.