Igual, tal vez, quizás, el hecho de que servidora tenga una edad biológica inferior a la cronológica, y que aparente menos edad de la que tengo, tiene que ver con lo siguiente: alimentarse sanamente, hacer deporte, tener buena genética - para qué lo voy a negar - no haber fumado tabaco en mi vida, no haber olido ni un porro, bueno de lejos y me cambio de acera, y pongo cara de asco a los alumnos que, en ocasiones, los fuman a la entrada de la facultad, no he esfinado coca jamás y no he consumido drogas ilegales Y si el porro es legal, tampoco....Igual, cuidarse de esa forma hace que el resultado es que una goce de buena salud. Y alegría tampoco me falta. No se necesitan porros para sonreír y ser feliz. Para nada. Se necesita compañía, amor y un hombre que te ame con muchas ganas de darte todo lo que siente, y viceversa. Ese es mi truco para estar y lucir bien.
Me importa un bledo la salud de estos porreros porque se lo buscan. Y me duele tener que pagar con mis impuestos, que pago religiosamente los tratamientos de rehabilitación de esta camada de toxicómanos.
Qué país, qué país...Al parecer los que más porros fumamos.
Emigro. Cualquier día emigro.
https://www.lavanguardia.com/vida/20230324/8850764/expertos-alertan-mas-cuatro-porros-semana-suponen-riesgo-salud.html
Los
expertos alertan: más de cuatro porros a la semana suponen un riesgo para la
salud
ADICCIONES
Investigadores del
Clínic-Idibaps han coordinado un grupo de profesionales que han determinado
este límite
Un grupo de
profesionales en adicciones coordinados por expertos del Clínic-Idibaps ha
consensuado que el consumo de 5 o más porros a la semana implica un riesgo para
la salud. Aunque se ha determinado esta cantidad, estos investigadores subrayan
que existen poblaciones donde cualquier consumo, por poco frecuente e intenso
que sea, implica un riesgo significativo para la salud. Por ejemplo, menores de
21 años, embarazadas y mujeres lactantes, personas que padecen enfermedades
físicas (problemas cardíacos y respiratorios, entre otros) o mentales
(psicosis, depresión, trastorno bipolar, trastornos de ansiedad, adicción…).
Lo que pretendían determinar los expertos
con esta investigación es el consumo de riesgo, es decir, qué tipo de patrón de
consumo hace que se disparen las probabilidades de que la persona tenga alguna
consecuencia negativa para su salud en el futuro, ya sea física o mental. “La
gente te decía, ‘sí, consumo, pero muy poquito’. Ahí es cuando pensamos que
había que dar una información clara”, explica a La
Vanguardia la doctora Mercè Balcells, responsable de la unidad de
conductas adictivas del hospital Clínic de Barcelona y una de las coordinadores
del trabajo.
Pero, ¿cómo han
llegado a determinar este consumo de riesgo? Para empezar, llevando a cabo una
revisión sistemática bibliográfica de los estudios publicados con evidencia
científica de los últimos 50 años. En paralelo, realizaron una encuesta a
alrededor de 800 participantes (población general) y desarrollaron una
metodología llamada Delphi para llegar a un consenso entre expertos de diversos
ámbitos vinculados al mundo del cannabis (desde psiquiatras a psicólogos,
pasando por educadores, atención primaria…).
Entienden que la cifra consensuada es un
buen indicador para los consumidores. “Lo mejor es no consumir, pero si lo
haces, es importante al menos saber que es mejor estar por debajo de esos
umbrales para reducir los riesgos. Es una información que clarifica”, agrega
Balcells. Los resultados de este trabajo son todavía preliminares, pero
están alineados con otros consensos como el canadiense.
Un 3,7% de los españoles
consume cannabis a diario o casi a diario
Actualmente, un 3,7% de los españoles
consume cannabis a diario o casi a diario, lo que implica que este porcentaje
de la población tiene un patrón de consumo de elevado riesgo para su salud.
Además, un 15% de la población española de entre 15 y 64 años y un 11% de los
adolescentes (14-18 años) piensa que consumir cannabis carece de consecuencias
sobre la salud (Edades y Estudes 2022).
Los profesionales de las adicciones, que
estos días se reúnen en Granada en las Jornadas Nacionales y el 5th
International Congress de Socidrogalcohol, muestran su preocupación en lo que
se refiere al consumo de riesgo de esta sustancia. “Cualquier consumo de
cannabis de más del 10% de THC (tetrahidrocannabinol, componente con potencial
adictivo) es un consumo de riesgo, así como conducir bajo los efectos del
cannabis o hacerlo si existen antecedentes familiares de trastornos
mentales", esgrime el doctor Hugo López, jefe del grupo de adicciones
del Idibaps y vicepresidente de Socidrogalcohol. "El consumo de cannabis
junto con otras drogas, incluyendo alcohol, implica también un consumo de
riesgo”, agrega.
Una de las principales preocupaciones de los profesionales es precisamente
el consumo de cannabis de alta potencia en edades tempranas. Y es que el
contenido de THC es ahora más potente que hace 20 años. “El cannabis llega a un
cerebro que tiene mucha plasticidad y que tiene muchos receptores cannábicos
donde habrá alteraciones”, apunta Balcells. También preocupa el consumo de
cannabis en adolescentes, adultos jóvenes y personas con problemas de salud
mental.
La prevención es clave para
que la población conozca los riesgos reales del consumo: “La prevención debe
ser universal (para toda la sociedad), basada en la evidencia y alejada de
discursos sensacionalistas”, subraya Balcells. “En definitiva, es necesario que
sea creíble, coherente y sólida”, añade.
España es el país de la UE con
mayor consumo de cannabis en el último mes
España es el país de la UE con mayor
consumo de cannabis en el último mes (9% de la población) y, junto a Luxemburgo
y Portugal, uno de los países con mayor porcentaje de usuarios diarios o casi
diarios de cannabis, patrón de consumo de mayor riesgo.
La edad media del inicio de consumo de
cannabis está por debajo de los 15 años, según la encuesta Estudes 2021 con
estudiantes de secundaria, una edad en la que el cerebro está en pleno
desarrollo y donde el consumo puede ser más perjudicial. Un 14,2% de los españoles
de entre 15 y 34 años han consumido cannabis al menos una vez en el último mes,
cifra que asciende al 15,9% entre los de 15 y 24 años. Es la mayor prevalencia
de toda la UE.