Soy una mujer con suerte. Siempre lo he sido. Y cada día más porque me pasa cada cosa...
Lo reconozco. Hasta comencé en una ocasión un artículo dominical en el decano de la prensa asturiana con esa frase. "Soy una mujer con suerte".
Leo la prensa hoy domingo. Antesala de esta semana, ya no día, dedicada al 8 de marzo y me asusto. Y me pregunto ¿de verdad vivo en el mismo mundo que el resto de mujeres?
Jamás me han molestado por la calle. Me han dicho rubia, guapísima, "muñequita" millones de veces, qué pelo tienes, los ojos me los han piropeado por activa y pasiva. Jamás me han dicho "tía buena, maciza", jamás nada vulgar. Y el mejor piropo de mi vida, camino de mi primera entrevista de trabajo, en la que por cierto me dieron el trabajo, fue tan, tan bonito (me lo guardo) que me dio un subidón tal que afronté la entrevista con mejor ánimo. Iba insegura de mi ropa, y piropeó además de mis pestañas, mi ropa. Le estaré eternamente agradecida a las palabras de ese hombre ese día en concreto.
Jamás han intentado abusar de mí. Trabajo en un área bastante masculina, mayoritariamente MASCULINA (aunque mi directora de tesis fue mujer) y jamás, jamás, en ningún foro ningún hombre mostró la más mínima duda de mi capacidad. Jamás he sufrido acoso laboral por parte de ningún compañero de trabajo, jamás me han ninguneado por mi aspecto, jamás me han ofendido por la calle, ni en el trabajo, jamás me han cosificado. Tampoco yo lo hubiera permitido. Jamás nadie ha intentando una relación sexual conmigo que yo no consintiera. Me han pedido permiso para ello, ...
¿VIVO EN EL MISMO MUNDO QUE EL RESTO DE MUJERES?
Esta es mi celebración del 8 de marzo y semana de marzo feminista.
Soy muy feliz, inmensamente feliz por ser mujer. Si pudiera elegir mi sexo para volver a nacer, elegiría SER MUJER. ME GUSTA SER MUJER, ejerzo de ello, me comporto como tal. Y visto lo visto, doy gracias a la vida que me ha dado tanto y lo bien que me han mirado los hombres. Los hombres me han dicho hasta cosas que yo no veía de mí misma, y me han ayudado a conocerme mejor. Y espero que siga siendo así.
No tengo nada más que celebrar en este 8 de marzo y toda esta semana dedicada a tal celebración.
Celebro ser mujer.
