Desde Cambridge, reviso el DIARIO de la UNIVERSIDAD DE OVIEDO, como
conexión con mi alma máter y me entero un poquito de lo que sucede. Resulta que
se ha fallado estos días el PREMIO ALARCOS de POESÍA 2017 y se lo han concedido a una
poetisa cacereña. En esto de los premios, una siempre se queda con la duda.
¿Será realmente objetivo el jurado? ¿Habrá
leído bien todos los poemarios presentados? ¿Es justo el premio?
Le dejo, amable lector, un poema de la ganadora, aunque no de su obra
ganadora titulada “Micrografías”.
Al final
"Los ojos ven, el corazón presiente."
Octavio Paz
Que pocas cosas duelen. Digamos, por ejemplo,
que se puede no amar de repente y no duele.
Duele el amor si pasa
hirviendo por las venas.
Duele la soledad,
latigazo de hielo.
El desamor no duele. Es visita esperada.
No duele el desencanto. Es tan sólo algo incómodo.
Somos así, mortales
irremediablemente,
sin duda acostumbrados
a que todo termine.
De "Porque no somos dioses"
1998
A mí me parece una chorrada decir que el desamor no duele. Si eres la
parte contratante abandonado o abandonada tiene que doler, necesariamente. Incluso
más que el que deja de amar y decide abandonar. Si tienes algo de corazón,
dejar de amar duele pero que te dejen de querer supongo que dolerá más. Si te toca el otro
papel, siempre se siente uno/a como el malo o “la mala de la película”.
Pero a esta señora parece que el desamor ya no le duele porque lo
espera. ¡Caramba! ¡Pobrecilla! ¡Vaya expectativas las suyas! Sinceramente, nunca
he comenzado una relación con un hombre pensando en que va a llegar el momento en
que me deje de querer. Soy una mujer
optimista por naturaleza. ¡Qué le voy a hacer!
NOTICIA
DE PRENSA:
La cacereña Irene Sánchez Carrón gana
el "Alarcos" de poesía con
su "voz femenina"
Jorge Barco, vencedor de la pasada edición
del certamen literario, reivindica el humor en la lírica, "en pequeñas
dosis y sin caer en el chiste"
De izquierda a derecha, ayer en el
palacio de Toreno, Carlos Marzal, Vicente Domínguez, José Luis García Martín
(tras el anterior), Josefina Martínez, Luis García Montero, Jorge Barco y
Aurora Luque. FOTO: MIKI LÓPEZ
La
cacereña Irene Sánchez Carrón es la ganadora del premio "Emilio
Alarcos" de poesía en su décimo sexta edición con un poemario titulado
"Micrografías" y que, según la propia autora, "tiene más de
narrativo que de lírico". A Sánchez Carrón le interesa contar historias y
revisar mitos como el de Adán y Eva o el de Penélope y Ulises, que en los
poemas que presentó al "Alarcos" son recontados por una "voz
femenina". El fallo del certamen fue dado a conocer ayer por la tarde, en
el salón de actos del palacio de Toreno, en un acto presidido por el
Viceconsejo de Cultura, Vicente Domínguez. Él mismo comunicó telefónicamente el
dictamen del jurado a la ganadora, a la que la llamada la encontró decorando un
aula del instituto en el que da clases de Inglés.
Coincidiendo
con el fallo del "Alarcos" se presentó la edición del poemario
ganador del certamen el año pasado, "Ritmo latino", con un recital a
cargo de su autor, Jorge Barco Ingelmo. El profesor y poeta José Luis García
Martín se encargó de glosarlo, hablando de "una obra juvenil que
desmitifica la poesía", con "ecos de Marcial o de Cátulo", algo
de ejercicio de "sociología literaria" y de "lírica
gamberrada". Jorge Barco, por su parte, contó que residió algunos años en
Asturias antes de ingresar en la Universidad de Salamanca, su ciudad natal, y
que había "crecido con la gramática de Emilio Alarcos en las manos".
Lo que ha pretendido con su "Ritmo latino" es escribir sobre su
propia vida, explicó, y añadió que a su juicio, "debería haber más humor
en la poesía, en pequeñas dosis, sin caer en el chiste".
El
poeta granadino José Luis García Montero presidió el jurado que eligió la de
Sánchez Carrón entre la decena de obras que llegaron a la final. En total, a
esta edición del premio, se presentaron 91 obras. De la ganadora, García
Montero destacó su "original revisión de los mitos", "su
acercamiento lírico al mundo rural" y "la madurez de una voz muy
personal". El "Alarcos" no es el primer premio para Sánchez
Carrón, que nació en pleno valle del Jerte, en la localidad de Navaconcejo, en
el año 1967. En 1999 obtuvo el "Adonais" y tiene también en su
currículum el internacional de poesía "Antonio Machado" y el
"Hermanos Argensola". A estas alturas, según refiere, solo se
presenta a certámenes literarios que le resulten atractivos por la calidad del
jurado, "que sea de primera línea", y de la publicación.
Los
poetas que forman parte del jurado del "Alarcos" recitaron algunos
poemas antes de despedirse. Josefina Martínez, viuda de Alarcos y directora de
la cátedra que vela por su legado, leyó algunos versos del académico. Carlos
Marzal, García Montero y Aurora Luque recitaron los suyos. Ésta última los
dedicó a su marido fallecido.
En el
acto el Viceconsejero dedicó palabras de reconocimiento a los funcionarios de
Cultura, "por el trabajo anónimo y callado que hacen a lo largo del
año" y que posibilita, entre otras cosas, la convocatoria de premios como
el "Alarcos". Entre ellos mencionó a María Jesús Queipo,
recientemente prejubilada.