jueves, 21 de mayo de 2020

¿La amabilidad de los extraños?

"Es posible que el amor no sea más que un paréntesis en el que un extraño lo da todo. Hasta que deja de serlo. Y, por tanto, deja de darlo. La confianza, absoluta, en los extraños, no es una ingenuidad. Ocurre. Es certera. Es más, es una característica de nuestra especie. El sapiens confía en los extraños. Tal vez es el secreto de su éxito como especie. Y el secreto de la desaparición de otras especies humanas con las que convivió, y que hoy no existen. No confiaron en desconocidos. O, al menos, no confiaron en nosotros". 

Guillem Martinez 10.05.2020



Lo de que el amor sea un paréntesis en el que un extraño lo da todo, hasta que deja de serlo y deja de darlo, tengo mis dudas. A veces no es un extraño. A veces el amor surge en el compañero de colegio, de Universidad, en el amigo de tu primo que de repente es otra cosa...A mí no me ha sucedido así. Han sido, literalmente eso: extraños. Fuera de mi mundo... De Salinas, de Gijón, ....totalmente extraños. 

Pero extraños que en un momento dado se reconocen. Puede haber un extraño que te quiera dar todo y sea un pelmazo Y otro que reconozcas a alguien que merece ser el padre de tus hijos. O tu amante hasta la muerte. 

Y en cuanto lo de "dejar de dar"...
Pues yo creo que deja de dar el que no está enamorado. Ni más. Ni menos. De hecho, el apego que genera la convivencia genera muchas confusiones sobre el hecho de estar o no enamorado. Y no es lo mismo estar cómodo y apegado que enamorado. 
Prefiero que dejen de darme, porque sentir que tienes que dejar, cuando a ti no han dejado de darte, de desear estar contigo, es una sensación de mala de la película, de mala, mala,-....y de "déjà vu" bastante antipática.

El papel que te toca jugar en la vida. En este teatro que es la vida...