Me fijo mucho en las manos de la gente. Hablan de la persona. De su oficio, de lo que ha hecho, de su edad..
Adoro las manos de mis hijos. Tan perfectas. Sin manchitas, sin mácula, y preparadas para tocar el piano y el cello.
Manos buenas y bellas que solo desprenden bondad y belleza. La maternidad es lo más grande de la vida.
Manos de pianista
Manitas de cellista