Este artículo fue publicado en TRIBUNA DOMINICAL
de EL COMERCIO el 28/03/2021
Ya sé que se escribe con mayúsculas, si es el Mesías, claro. No éste. Confieso que el vídeo de unos 7 minutos, de este pequeño mesías, hace días, me dejó en shock. A veces, es difícil digerir todo lo oído de una sola vez. Como ya han pasado unos días, tal vez se hayan querellado los aludidos, no nombrados, cuando se les tacha de delincuentes y criminales. Yo lo hubiera hecho. Si alguien me califica como tal, sin serlo, tomaría las pertinentes acciones judiciales porque creo que es lo debido en un estado de derecho y en una democracia. No se ría usted, que lo estamos, aunque este pequeño mesías que antes llevaba coleta y ahora moño y pendientes, diga que nuestro país carece de calidad democrática. El mesías cateado en plaza de funcionario universitario ejerce de pésimo demócrata cuando acusa de criminal sin pruebas y cuando no acepta el resultado de unas elecciones si su resultado no le gusta. En Madrid, ha sido la derecha. Solo el gobierno es correcto si es del color que le gusta: el morado. Ejerce de pésimo demócrata cuando no llama a las cosas por su nombre. Quien gobierna hasta la fecha en Madrid, PP y Ciudadanos, no es ultraderecha. Eso lo será Vox, de la misma manera que él y el partido al que representa, es ultraizquierda y nadie le ha tachado de asesino por gobernar en coalición con el PSOE. Lo ilógico es que no haya aprovechado el tiempo para formar un gobierno estable de izquierdas y, más al contrario, ser un problema y una chincheta en el deseado logro de una estabilidad gubernativa que permita que los políticos se ocupen de lo que se tienen que ocupar: los problemas de la ciudadanía. Este pequeño mesías con pendientes se ocupa, como tantos otros, de lo suyo, aunque nos cante lo contrario en tal vídeo, en ese golpe de efecto que algunos tildan de jugada maestra de ajedrez y a mí, lo más suave que me produce es hilaridad. Me río por no llorar.
No ha sabido lograr en un gobierno nacional
una izquierda transformadora a la que alude en el vídeo, y se va al gobierno de
la comunidad madrileña, a lograrla con alguien que ahora le dice “nones”; será
por todo lo vivido. Por aquí en Asturias decimos “al platu vendrás, arbeyu”.
Este “arbeyu” de mesías critica que el PSOE busque alianza con Ciudadanos,
cuando esto habría sido lo lógico desde el principio del partido y lo mejor
para la estabilidad política de nuestro país y la propia supervivencia del
partido naranja, pero Ciudadanos, en cuestión de líderes, ha pasado de
Guatemala a Guatapeor, y con su miopía se están cargando el partido y la
estabilidad democrática de España que ha quedado en manos de ultraizquierdas,
como este mesías adicto a Netlflix que cree que la política es cine y Twitter,
en manos de ultraderechistas y en manos de partidos que quieren romper nuestro
país, es decir, independentistas y que, en otros países europeos democráticos,
podrían existir, sí, pero no entrar en el parlamento nacional por su propio
ideario. Cae de cajón. ¿Miramos un poquito a nuestros vecinos? Este tipo de
políticos de medio pelo, aunque gasten larga cabellera que llevan en moño hasta
soltarla en la noche (por cierto, Irene Montero se menciona en el vídeo como
gran talento político, - “qué guapo ye querese” diríamos en Asturias, - “qué vomitivo
ejercicio de nepotismo” diría un inglés nacido en la democracia de mayor solera-)
son un cáncer para nuestros gobiernos, estén donde estén. Por supuesto también
es un cáncer la corrupción, el transfuguismo que no respeta ni la voluntad
ciudadana, ni los pactos contra ello, lo es la falta de formación para el cargo
que ocupan la inmensa mayoría de ellos y, por descontado, la falta de respeto a
la voluntad popular porque no siempre gobierna la lista más votada (ganó Illa
las elecciones catalanas ¿verdad?) poniendo de manifiesto que nuestro voto les
importa un pepino y que nuestros problemas, ídem. Se acercan los periodistas a
los políticos y, en numerosas ocasiones, se encuentran que están hablando de
tal o cual periodista que los critica y pone en peligro, y no de los problemas
de la ciudadanía que es para lo que han sido votados. Y por supuesto, un cáncer
es la violación de sus propios principios. Un partido de asambleas, de aquí se
vota todo, pone el dedazo a Yolanda Díaz a la que define como la mejor Ministra
de Trabajo que ha tenido este país. ¿Qué droga consume este mesías adicto a Netflix
si es capaz de creer tal cosa? Lo peor de los mesiánicos es que no creen que
alguien pueda pensar algo distinto. Es que creen que van a arrasar por ser
ellos quienes son y como son. No sé si sacará el mismo resultado que en el
parlamento de la tierra de mi segundo apellido (cero patatero en la tierra de los
Otero) pero tal vez no quede lejos ¿Se quedará tranquilito este mesías como
diputado en la comunidad madrileña tras haber ostentado la vicepresidencia del
país? Tal vez su ego mayúsculo nos sorprenda y se achique y se quede ahí, para
tener más tiempo para rodarse vídeos, ver Netflix y, en algún ratito suelto,
ejercer de padre de sus hijos prematuros. Les hará un gran favor a ellos y al
resto de los españoles.
El dedazo del 'mesías'
Quien gobierna hasta la fecha en Madrid, PP y Ciudadanos, no es ultraderecha. Eso lo será Vox, de la misma forma que él y el partido que representa es ultraizquierda y nadie le ha tachado de asesino
Ya sé que se escribe con mayúsculas, si es el Mesías, claro. No éste. Confieso que el vídeo de unos siete minutos de este pequeño mesías, hace días, me dejó en shock. A veces, es difícil digerir todo lo oído de una sola vez. Como ya han pasado bastantes días, tal vez se hayan querellado los aludidos, no nombrados, cuando se les tacha de delincuentes y criminales. Yo lo hubiera hecho. Si alguien me califica como tal, sin serlo, tomaría las pertinentes acciones judiciales, porque creo que es lo debido en un estado de derecho y en una democracia. No se ría usted, que lo estamos, aunque este pequeño mesías, que antes llevaba coleta y ahora moño y pendientes, diga que nuestro país carece de calidad democrática.
El mesías cateado en plaza de funcionario universitario ejerce de pésimo demócrata cuando acusa de criminal sin pruebas, y cuando no acepta el resultado de unas elecciones si su resultado no le gusta. En Madrid, ha sido la derecha. Solo el gobierno es correcto si es del color que le gusta: el morado. Ejerce de pésimo demócrata cuando no llama a las cosas por su nombre. Quien gobierna hasta la fecha en Madrid, PP y Ciudadanos, no es ultraderecha. Eso lo será Vox, de la misma manera que él y el partido al que representa, es ultraizquierda y nadie le ha tachado de asesino por gobernar en coalición con el PSOE. Lo ilógico es que no haya aprovechado el tiempo para formar un gobierno estable de izquierdas sino, muy al contrario, para ser un problema y una chincheta en el deseado logro de una estabilidad gubernativa que permita que los políticos se ocupen de lo que se tienen que ocupar: los problemas de la ciudadanía.
Este pequeño mesías con pendientes se ocupa, como tantos otros, de lo suyo, aunque nos cante lo contrario en tal vídeo, en ese golpe de efecto que algunos tildan de jugada maestra de ajedrez y a mí lo más suave que me produce es hilaridad. Me río por no llorar. No ha sabido lograr en un gobierno nacional una izquierda transformadora a la que alude en el vídeo, y se va al gobierno de la comunidad madrileña a lograrla con alguien que ahora le dice 'nones'; será por todo lo vivido. Por aquí en Asturias decimos 'al platu vendrás, arbeyu'.
Este 'arbeyu' de mesías critica que el PSOE busque alianzas con Ciudadanos, cuando eso habría sido lo lógico desde el principio y lo mejor para la estabilidad política de nuestro país y la propia supervivencia del partido naranja. Pero Ciudadanos, en cuestión de líderes, ha pasado de 'Guatemala a Guatapeor', y con su miopía se están cargando el partido y la estabilidad democrática de España, que ha quedado en manos de ultraizquierdas, como este mesías adicto a Netflix que cree que la política es cine y Twitter, en manos de ultraderechistas y en manos de partidos que quieren romper nuestro país, es decir, independentistas y que, en otros países europeos democráticos podrán existir, sí, pero no entrar en el parlamento nacional por su propio ideario. Cae de cajón. ¿Miramos un poquito a nuestros vecinos?
Este tipo de políticos de medio pelo, aunque gasten larga cabellera que llevan en moño hasta soltarla en la noche -por cierto, Irene Montero es mencionada en el vídeo como gran talento político, 'qué guapo ye querese' diríamos en Asturias, 'qué vomitivo ejercicio de nepotismo', diría un inglés nacido en la democracia de mayor solera- son un cáncer para nuestros gobiernos, estén donde estén. Por supuesto también es un cáncer la corrupción, el transfuguismo que no respeta ni la voluntad ciudadana ni los pactos contra ello, lo es la falta de formación para el cargo que ocupan la inmensa mayoría de ellos y, por descontado, la falta de respeto a la voluntad popular, porque no siempre gobierna la lista más votada (ganó Illa las elecciones catalanas ¿verdad?), poniendo de manifiesto que nuestro voto les importa un pepino y que nuestros problemas, ídem. Se acercan los periodistas a los políticos y, en numerosas ocasiones, se encuentran con que están hablando de tal o cual periodista que los critica y pone en peligro y no de los problemas de la ciudadanía, que es para lo que han sido votados. Y por supuesto, un cáncer es la violación de sus propios principios. Un partido de asambleas, de aquí se vota todo, pone el dedazo a Yolanda Díaz a la que define como la mejor ministra de Trabajo que ha tenido este país. ¿Qué droga consume este mesías adicto a Netflix si es capaz de creer tal cosa?
Lo peor de los mesiánicos es que no creen que alguien pueda pensar algo distinto. Es que creen que van a arrasar por ser ellos quienes son y como son. No sé si sacará el mismo resultado que en el parlamento de la tierra de mi segundo apellido (cero patatero en la tierra de los Otero), pero tal vez no quede lejos ¿Se quedará tranquilito este mesías como diputado en la comunidad madrileña tras haber ostentado la vicepresidencia del país? Tal vez su ego mayúsculo nos sorprenda y se achique y se quede ahí, para tener más tiempo para rodarse vídeos, ver Netflix y, en algún ratito suelto, ejercer de padre de sus hijos. Les hará un gran favor a ellos y al resto de los españoles.
