jueves, 11 de marzo de 2021

Librerías tradicionales

Primero fue la librería Cervantes de Oviedo. Encargo al comienzo de la pandemia. Ni gracias. La difunta Conchita, que en paz descanse, debería haber aclarado esto a sus empleados, antes de irse al otro barrio. Algunos títulos tardaron meses en llegar. Ahora la Casa del Libro en Gijón. Me paso por allí y la dependienta, no es que me conteste de manera maleducada; más bien nerviosilla. Como cuando yo tengo 4 o 5 cosas encima de la mesa que resolver en un día pero es que yo no trabajo cara al público y con mi público - alumnado- a veces me muerdo la lengua hasta hacerme sangre para no decir lo que pienso de sus respuestas. 

Quiero el libro. Hace 2 semanas que lo pedí a "mi" librería en Gijón. 

Solución: Amazon. Me llega mañana.

De verdad, de verdad, que soy lectora. De verdad, de verdad, que me importan mis librerías de toda la vida, y de verdad que Amazon funciona mejor. El paseo que me di, tal vez el último, hacia tan recoleta plaza gijonesa, me sirvió para ver los garitos que no se frecuentan y mirar el mar en la calma de la mañana. 

De veras, que no es así. Si no quieren perder clientes, mejor se ponen la pilas.