domingo, 28 de marzo de 2021

¿Cliché: profesor seductor universitario?

 Qué tal cosa sea un cliché, supongo que no quiere decir que sea habitual. 

¿Los profesores de Universidad se dedican a seducir a sus alumnas? ¿En qué siglo, señor del Árbol, en este siglo XXI, en el XX...? ¿De verdad cree que ese tipo de comportamientos son tan habituales que pueden hacer que una novela sea verosímil? 

Convertir algo anecdótico en una trama es cuando menos poco verosímil. 

Este señor creo que no ha estado más de un par de años en la Universidad. En el seminario, creo que estuvo. No estoy segura ni me interesa gran cosa. Un buen cura, no obstante, debe ser humilde. Ahí lo tenía difícil este señor. Del Árbol no terminó la carrera que empezó, que creo que era Historia. Pone de manifiesto que no sabe de lo que habla. No digo que sea necesario terminar una carrera para escribir bien, qué va, digo que es necesario estar un tiempo notable en la Universidad para saber lo que pasa dentro de ella. Juan Marsé, con quien este señor se compara (tiene bemoles, la cosa) no pasó por la Universidad; ni siquiera terminó el Bachiller lo cual le impidió acceder al Conservatorio, porque él, Marsé, en realidad quería ser pianista. Una estupidez soberana exigir el bachiller para aprender a tocar el piano, pero por otra parte me alegro porque los dedos de Juan Marsé no son muy pianísticos, y la música lo perdió, pero lo ganó la literatura y ganamos sus lectores. Los que lo admiramos y queremos que se respete su obra y su memoria. Y queremos que sea respetada tanto por lectores como por ESCRITORES que pretenden compartir oficio con Juan Marsé. 

Por informar al señor Del Árbol en lo que desconoce, ahora mismo, en la Universidad española, cualquier atisbo de eso está super penalizado. Pero ni por asomo, y si antes sucedía era tan marginal, que no merece ni mención. 

5 años de carrera, cuatro de doctorado, con directora de tesis mujer, y jamás, jamás, he notado en un profesor, compañero o similar, tal cosa. 

Jamás. Falta 1 para la primera vez. ¿En qué mundo vive este señor?

Mundo Delaborliano. 

No pueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee....

Y encima, él dice que quiere hacer como Marsé. 

Pero bueno, lo mejor de todo es que dice que ÉL YA SABE QUIÉN ES. Información importante: Víctor del Árbol ya sabe quién es. 

No lo he leído mucho. No me emociona su literatura. 

Yo diría que es, o mejor dicho que parece porque no lo sé,  un buen señor, un buen marido, un buen padre, una buena persona, tal vez un buen colega de profesión con sus amigos. Eso lo que parece y seguramente será, así que bien por él. 

En relación a lo que es, o que puedo afirmar que es, un escritor con un ego grandísimo que disimula, que CREE QUE ES MEJOR de lo que realmente es como escritor, o como los lectores exigentes consideramos que tiene que ser un buen escritor, que se gusta bastante a sí mismo, como hombre, se cuida y le gusta lucirse, fotos en el gimnasio y tal y cual, pero bueno, va en gustos de mujeres. En el mío, ni de lejos. Con que le guste a su mujer, estupendo. Y eso sí, pelín pedante, pelín cargante y sin ninguna gracia. 

Eso es VICTOR DEL ARBOL. 

Me resulta tremendamente aburrido: como escritor y como hombre. 

No compraré su nuevo libro de tonto título, por respeto a Juan Marsé, básicamente. 

VÍCTOR: No se toma en vano el nombre del gran Juan Marsé y menos para vender libros y hacerte promoción. 

Un pelín de respeto, por favor, por los más grandes. Un poquito de respeto, aunque solo sea un poquito. 


Víctor del Árbol presenta el hijo de su padre su última novela (eitb.eus)

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