Ahora que, según nos contaba ayer EL COMERCIO, los Beatles vuelven al mercado el 9 de noviembre, toca repasar un poquito. Casi me quedo con esta versión, cuando era joven pero ya sobradamente preparado para cantar con cierta nostalgia, como si ya fuera viejo, y no lo era. Como si ya hubiera vivido lo suficiente para entender que el amor siendo joven era un juego muy fácil de jugar. Para añorar el ayer. ¡¡Cuánta sabiduría en tan grande y breve canción!! Espero que la vida le haya demostrado a Paul que el amor, no siendo tan joven, sino ya talludito, tal vez no sea tan fácil de jugar como de joven, pero no por eso es menos amor, sino más AMOR. Un juego lleno de madurez y de sabiduría, y de años vividos que vienen a demostrar lo que es realmente importante en la vida. Espero que Paul, con muchos años más de los que tenía cuando cantaba así esta canción, ya sepa eso. Estoy segura de que así es. Y cómo coloca su guitarra...¡Qué gracia me ha hecho siempre!
