martes, 11 de septiembre de 2018

Cuestión de lazos

Lo cierto es que no es lo mismo poner un lazo que quitarlo. Hoy los catalanes celebran su fiesta, de la misma manera que nosotros celebramos nuestra fiesta nacional el pasado sábado, con aniversario y visita principesca. Espero que sea un día feliz para todos los catalanes, los del lazo amarillo y los que no. 

Hay gente que le hacen gracia estas cosas de la foto. Al marido de mi madre, afiliado a Ciudadanos, mucho. En fin, aquí lo dejo por si a alguien le hace gracia. Supongo que hay algo de altanería en el hecho independentista, que nació de toda esa burguesía catalana rica que pensó que estaba más cerca de Francia que del resto de España. Cada uno es muy libre de pensar lo que quiera. ¡Cómo no! Soy una persona liberal, en lo económico, y creo que una mujer de sólidos principios. Así me educaron mis padres y, hasta el momento, creo que no están decepcionados conmigo. Si lo están, desde luego, no me lo han dicho. 

En fin, no puedo negar que soy algo altanera, más en las formas que en el fondo, porque en el fondo, en mi interior, yo no me creo superior a nadie. Pecados los hay de muchos colores, pero ese es uno de los de color más feo. Incluso más feo que el amarillo. Y esto último, la verdad que no lo digo por los independentistas. Es que no me gusta nada el amarillo. Ni tampoco el naranja, que es la muceta doctoral de los economistas que me tengo que poner esta misma semana. Mi favorito de verdad, de verdad que es el AZUL, que casualmente es la bandera del Principado de Asturias. Es así. Yo no miento. Ni quiero mentir salvo lo estrictamente necesario porque mi vida no quiero que sea una mentira, y quiero una vida buena. 

Tener una buena vida pasa por tener una vida auténtica y verdadera. Pensando, sintiendo y viviendo de verdad, si uno se siente vivo. 

Y yo me siento viva. Sana. 

Viva y, gracias a Dios, con el corazón que siente todavía. Soy demasiado joven para tenerlo como una piedra y creo que eso no me pasará nunca. Otras cosas tal vez, pero esa estoy segura de que no. 

Un chiste malo, creo yo, el de la foto. Por si a alguien le hace gracia ahí lo dejo.