En mi peli favorita el protagonista, un glorioso Ricardo Darín, que siempre lo borda pero ahí lo borda más todavía le dice a su amada, sin haberse declarado aún a ella: "LOS OJOS HABLAN". Y es verdad, amable lector. ¡¡Vaya si hablan!
Ayer, cuando me encontré con mi hijo en casa, tras su partida de ajedrez (no pude recogerle porque estaba con su hermana en el Conservatorio eligiendo hora para el violonchelo) le pregunté: "Hijo mío, ¿te has hecho una foto con la tricampeona del mundo mundial de ajedrez? Ya sé que, al igual que tu madre, tú no eres de hacerte fotos en los eventos varios, sino de vivirlos intensamente, pero es que eso, es una oportunidad en la vida. Para contar a tus nietos, hijo mío. Eso no lo puede decir todo el mundo". Y tan tranquilo como siempre me contesta: "Mamá, ya sabes que yo no me preocupo de esas tonterías de fotos. Es una jugadora más, una jugadora mejor y ya está". Eso me soltó y vino sin foto para casa. Tampoco tiene móvil pero se apañó para no posar. ¿A quién habrá salido? Hizo como si la partida de ayer fuera una más. Y como si eso del mundial fuera ajeno a él, que resulta que no lo va a ser. Eso para otro día, amable lector.
Y me pongo esta mañana a abrir EL COMERCIO, que es lo que una articulista de EL COMERCIO debe hacer a primera hora, ¡cómo no!, y me entero de algo de mi hijo que no sabía. Hay que ver que me tengo que enterar por la prensa. Con 11 añitos y ya tiene sus secretos. ¡¡Ay, Señor, Señor...!! Por la prensa me tengo que enterar.
En la versión digital no sale, pero en papel sí. El de la esquinita, justo, el que está al lado del gafitas, el que no mira su partida y le quedan tres turnos, ese mismo.....ese "ye mi fíu". ¡¡Cómo la mira, mamma mia!!
¿Te gustan las chicas listas, hijo mío? ¡¡¡Muy, muy listas!!! Pues qué quieres que te diga, cariño mío. Que me parece muy bien. Que así tiene que ser. A ver qué haces tú con una tonta. Pues el tonto harías. Que en las parejas tiene que haber equilibrio en todos los planos, el mayor posible, porque si no, surge la insatisfacción, o por exceso uno, o por defecto el otro, pero insatisfacción. Y los miembros de una pareja tienen que estar mutuamente satisfechos en todos los planos, o lo más que se pueda.
Mire usted la foto, amable lector y dígame si no ve lo mismo que yo veo. No creo que me traicione la imaginación y devoción de madre.
¿Verdad que la está mirando con ojos de querer, con admiración que es uno de los ingredientes básicos del amor? Sin mutua admiración, no surge el amor, tal y como yo lo entiendo.
Pues sí hijo mío. Tú no te habrás hecho la foto pero Enrique Iglesias de EL COMERCIO, el hermano del que fue tu gran profesor, prematuramente fallecido, ese te ha "pillao". Y yo, tu madre, lo he visto. Y me parece muy bien, cariño mío.
Niño listo, hasta para enamorarse.
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