lunes, 24 de septiembre de 2018

Mi cepillo

Me cepilla cada mañana y cada noche. Con la ayuda de mi mano, claro. Y me gusta lo que me dice. Lo contrario no tendría ningún sentido. Si a uno/a no le gusta su cepillo, lo que tiene que hacer es cambiarlo. Yo el cepillo no lo cambio. Espero que no rompa porque me hace muy feliz y me gusta cómo me deja el cabello. Tiene cerdas de muy buena calidad. No es inteligente perpetuar relaciones en las que uno no es feliz, aunque sea una relación tan simple como la de una mujer con su cepillo.