lunes, 17 de septiembre de 2018

Sylvia Plath by Laura Freixas

Me pareció muy bueno este relato de Laura Freixas sobre la vida de Sylvia Plath. Se puede estudiar en Cambridge, ser inteligente, talentosa, rubia y guapa y terminar con la cabeza metida en un horno porque el hombre del que te enamoras pasa de tí. E incluso que uno de tus hijos, con el tiempo y fruto del suicidio de su madre y la ignorancia supina y el abandono de su padre, termine también suicidándose. Todo afecta a los hijos. Está claro. Y eso exactamente fue lo que le pasó a la bella y brillante Sylvia Plath. Tal vez no sea una gran idea enamorarse de un poeta mujeriego. O, tal vez, no es que sea una idea; es que son cosas que pasan con quien te pasan. Es el amor, muy caprichoso él. 

Se casaron un 16 de junio, un Bloomsday. Parece una fecha muy literaria para casarse. También lo hicieron Paul Auster y su bella Siri Hustvedt, ambos devotos admiradores del Ulises de Joyce. ¡¡Mamma mia!! ¡Qué pestiño! ¡Jesús, María y José! Qué lata me diste, Joyce, con ese mamotreto del que no entendí casi nada. Ya podías haber escrito algo "mejor", que servidora pudiera entender, para un 16 de junio. En fin, no hay nada perfecto. Tampoco en la literatura. O será que no entiendo la literatura tan bien como Sylvia Plath, Ted Hughes, Paul Auster o la bella Siri. Lo mío son más bien las "mates" y las teclas de piano, pero que conste que me gusta mucho leer. Sólo cosa buena. 

ENLACE WEB: 
https://www.mujerhoy.com/vivir/ocio/201808/12/sylvia-plath-ted-hughes-suicidio-rev-20180808130322.html


Sylvia Plath y Ted Hughes, 
un amor-cataclismo
Nunca una pareja de artistas ha representado de manera tan trágica las desigualdades de género del siglo XX. Similares en talento y sensibilidad en su obra poética, pero enormemente separados por unos roles contra los que ella intentó rebelarse siempre.