sábado, 15 de septiembre de 2018

La cruel Margarita

Definitivamente, después de leer este relato sobre la excelsa escritora Marguerite Duras, que por lo leído aquí se tenía ella por muy excelsa, creo que conviene crear el "Sindicato de Defensa de los Derechos del Fan", porque si hacerse fan de una persona lleva a lo que le llevó a este pobre hombre, definitivamente no vale la pena. Permíteme que te diga, querida Margarita, que decir eso en el lecho de muerte no cambia tu talla como escritora pero, desde luego, no dice gran cosa de ti como ser humano. Solo he leído una de tus obras. La más relevante. Y hubiera leído algo más, y sinceramente, tal vez pierda algo literariamente pero como persona, Margarita, dejas mucho que desear. ¡Hasta nunca, señora Duras!

Líbrenos Dios de Margaritas y Margaritos así...

Antes que ser físico, astrofísico, médico, pintor de brocha gorda o escritor, hay que ser persona. A ser posible, buena persona. Cuando veo cosas dañinas que se hacen a los niños, que como madre que soy son las cosas que más me duelen, pienso que las personas tendrían que pasar una ITV antes de ser padres o madres. En este oficio de la escritura, también los hay que tendrían que pasar una ITV para garantizar que no van a machacar a la gente que no les ha hecho absolutamente nada. Definitivamente, hay mucho psicópata pluma en mano. En el fondo, no es sino el fruto de una frustración. 

¿Qué lleva a un tío a coger una furgoneta y meterla por las Ramblas de Barcelona y cargarse a gente que no le ha hecho nada malo, niños incluidos? Pues la frustación que siente la civilización árabe en relación a nosotros. En su día fueron algo, pero les adelantamos. El resto de civilizaciones no nos hacen eso, pero ellos no lo soportan. Quieren reconquistar aquello que perdieron, el Al-Andalus con el que sueñan. Pues no. Por Asturias, moros ninguno. 

¡Qué caterva de frustrados hay entre los moros y los escritores! Cada uno en su escala, con diferentes armas pero dando rienda suelta a su frustración. 

Lo siento, amable lector. Yo no soy clasista. Me gusta la gente noble y con clase, venga de donde venga, pero soy racista con los moros. No puedo con ellos. El resto, chinos, africanos, ecuatorianos por Oviedo, sin problema. Gente tranquila, que va a lo suyo, que trata de salir adelante. Pero con esos.......¡qué suplicio! Para ellos, las europeas que nos arreglamos somos todas unas....

En fin. Mejor olvidar a todos estos frustrados. A los de todo tipo y del gremio que sean. 

Au revoir, Marguerite Duras! Mejor dicho: À jamais!!



El París de 
Marguerite Duras

El escritor Jorge Carrión recorre la Ciudad de la Luz en pos de una artista que logró que la historia, su vida y su literatura se entrelazaran en una única página fascinante.


Se encontraron. Hicieron el amor. Convivieron durante los últimos 16 años de la escritora. Fue su amante, su secretario, su devoto adorador, el objeto de su ira: nunca se tutearon. En el lecho de muerte, Duras le dijo: “Usted no significa nada para mí”.