viernes, 14 de septiembre de 2018

De naranjita otra vez

Asistí ayer, como cada nuevo curso académico desde hace 10 años, al evento de apertura del curso 2018-19. El último en el que Javier Fernández, presidente del Principado de Asturias puede dar un discurso, porque ya deja el cargo y la política creo yo. 

El Rector subrayó la fecha del 21 de septiembre de este año en que se cumplen 410 años de la Fundación de la Universidad de Oviedo, que tuvo lugar el día de San Mateo de 1608. Lo cierto es que el 21 de septiembre siempre es un día bonito para los ovetenses. O al menos para mí lo es, porque me siento mateína ese día que nos llega al corazón, ovetense, carbayona - como también nos llaman a los nativos de Oviedo - y residente en Gijón. Un San Mateo de aniversario nos toca. Será un bonito día. Eso espero al menos. 

ENLACE DE NOTICIA EN LA WEB DE LA UNIVERSIDAD: 


BONITA GALERIA DE FOTOS EN EL COMERCIO: 


Perspectiva de la Biblioteca de nuestra Universidad. 




Mis fotos desde mi asiento. La conferencia del ponente, catedrático de esta Universidad, estupenda pero de las que dan miedo. Explicó lo controlados que estamos por el mero uso de un móvil. En fin. Menos libres que nunca somos. Todos controlados. Sin duda. 











Mis queridas compis de la Facultad Jovellanos en el bonito patio del Edificio histórico de la Universidad de Oviedo. Todas doctoras, incluida la que está detrás del i phone, con tesis limpitas, limpitas en TESEO. Que conste que esto no lo digo por ningún doctor en Economía bajo sospecha. Qué va, no miro para nadie. Yo a lo mío: Economía Financiera. En la foto de izquierda a derecha, del área de Marketing, Organización de Empresas, Contabilidad (dos), otra de Marketing y Organización de Empresas (otras dos). La de la derecha, ingeniera además. De lo mejor. Como profesoras doctoras, como compañeras y como amigas. Nuestro ambiente de trabajo es excelente. Un regalo cada día entrar a trabajar para compartirlo con ellas. La investigación y su publicación es cada día más dura, pero como nos toca a todas, pues nos apoyamos mutuamente en los momentos duros, que son menos duros gracias a su compañía. 


En el vestidor del Edificio Histórico de la Universidad de Oviedo se puede reservar traje para el día del acto. Yo, cansada de que me quedaran anchos y algo largos, decidí encargar uno a medida. En Sastrería Barragán de Madrid. De lo mejorcito. Está sobre la alfombra persa de mi despacho, que me compré con mi sueldo de becaria. El primero. Casi se lo lleva completito. Pero duran mucho y se mantienen. Cuando vio la alfombra un compañero mío que ya tenía su plaza de profesor y yo era una simple becaria de investigación, me dijo: "¡Susana! ¡Estás loca! En esta Universidad sólo tienen alfombra los catedráticos, y si son de Derecho, que les gustan esas cosas". Efectivamente los de ingeniería electrónica no se fijan en eso. Pero yo sí. Era sólo una simple becaria. Y compré la alfombra persa como un golpe en la mesa, como quien declara que yo había llegado aquí para quedarme para siempre. Y claro, podría haber salido mal la jugada. Pues me la llevaría para el salón de mi casa cuando me casara. Estaba soltera. Pues no. Salió la tesis y salió la plaza. Y aquí sigo. De esta Uni no me sacan. Además es un trabajo intenso, pero muy flexible. Salvo las clases, con horarios fijos, el resto te organizas como quieres y puedes, y eso lo hace muy agradable. 





Me puse vestido de gasa color quisquilla....Una variedad del naranja que me gusta más. No es mi color favorito, pero hacía juego.