Ha sido el mío un verano de playas francesas y lecturas inglesas (alguna alemana también) para desconectar...
Le di un repaso a esta interesante enciclopedia....
En la pared de mi habitación en Francia ¿Otterlo?. ¡¡Será Otero!!
Pues de eso se trata, también en francés: de dulzura, de calma, de reposo, de calor...
Qué lástima que el horror terrorista lleve a delimitar los paseos marítimos de esta forma. El paseo del miedo.
La Venus desde mi habitación...
Una horita de clase en francés a mis hijos antes de salir. En su libro la nacionalidad española no sale. Y en las bolsas de gominolas francesas los ingredientes en francés, en inglés, en italiano y alemán. ¡Toma ya! No cambian los gabachos para con nosotros. Definitivamente, no cambian.
El vagabundo con la cabeza en su libro.
Galeríes Lafayette no sólo en París...
Sin buena música no puedo vivir. Tampoco en Francia...
Puestos a comer dulce, que sea en el mejor confitero de Francia, ¿o no?
Me gustaba el sello en la carta a mi amiga alemana...
Qué miedo subiendo la montaña en el tren cremallera...Miedo yo. Mis hijos felices.
Aquí se casó Luis XIV con una española para intentar resolver los entuertos de años...
Burdeos superior. ¡Qué menos que darse un capricho!
¡Cómo se curra la arena alguno! Qué pena cuando sube la marea...
Por los muertos de Francia, y por los alemanes y por todos los que cayeron en esas dos terribles guerras.
No se ahogue señor....
Cerquita del lago para hacerse las fotos. Bonito entorno. Pues que sean felices y que coman perdices estos novios franceses.
