lunes, 21 de octubre de 2019

Paul Auster presumiendo de chicas

Ya sé porqué no vinieron el pasado jueves noche, Siri y Paul Auster al concierto en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo, como hicieron otros galardonados. Pues porque estaban en el concierto que dio su hija, también artista ella, cantante y actriz, en la antigua Fábrica de Armas de Oviedo. 

Gloriosa página de EL COMERCIO, al día siguiente, con Paul Auster, presumiendo de chicas. Por un lado, se tapa la cara con el suplemento dedicado a su esposa, con una bella imagen de Siri (imposible que salga mal esta mujer, es toda belleza) y por otro, la contraportada dedicada a su hija. La familia al completo por aquí, y también el marido de la niña, un fotógrafo con el que se ha sacado recientemente. 

Qué bello es contemplar tanto arte, tanto amor y tanta belleza, para suavizar los efectos devastadores del caos, de la angustia que nos produce, al menos a mí, lo que está sucediendo estos días en nuestro país. Tanta violencia y caos innecesarios y dañinos. 




Por cierto,  a lo largo de estos años, he visto galardonados recogiendo su premio con mayor o menor emoción. Ahora bien, no recuerdo a nadie que lo recogiera con tanta emoción e intensidad como Siri Huvstedt. Fue increíble. Un auténtico grito de guerra. Por si alguien pensaba que estos premios no tienen reconocimiento e importancia a nivel mundial, que miren el vídeo de la reacción de Siri y verán si le importa o no tenerlo. 

Su discurso fue muy bueno. El que dio Paul Auster en su día me pareció maravilloso pero el de ella estuvo genial. 

Siri es inteligencia, belleza, intensidad y emoción elevadas a la máxima potencia.