martes, 15 de octubre de 2019

Los extremos se tocan

Intento desconectar de la propaganda nacionalista pero es imposible no ver las portadas, ni las noticias estos días. Estudié cuatro asignaturas de Derecho en mi carrera de Ciencias Económicas: Derecho Civil en primero, Derecho Mercantil en segundo, Derecho Administrativo (examen oral) en cuarto y Derecho del Trabajo en quinto curso. En los dos últimos, obtuve matrícula de honor. Moló ese examen oral con preguntas a metralleta. Vaya que si moló. 
Con todo y con eso me considero una perfecta ignorante para emitir ninguna opinión sobre algo tan específico y que ha sido la labor de personas que han superado durísimas oposiciones. 
Me sorprende mucho la ligereza y la crítica a la labor de estas personas por parte de quienes no son especialistas en la cosa judicial. 
¿Podrían decirme todos los que se quejan de la sentencia cuál es el nivel de apalancamiento óptimo en la estructura de capital bancaria? Sí, el porcentaje exacto. ¿Me lo podrían decir?
Supongo que la respuesta, para quien no sea especialista en financiación bancaria, es NS/NC, además de que no hay respuesta única. Es un tema muy complejo. Hay tesis y tesis doctorales escritas sobre estructura de capital en todo el mundo. 

Me llama la atención que coinciden en su reacción contraria a la sentencia VOX y la izquierda independentista. De toda la vida los extremos se tocan.  
Desde mi infinita ignorancia, yo creo que no había rebelión desde el momento que no hay ejército, ni fuerzas armadas, ni nada de eso. 
Ahora bien, que se vayan de rositas como si aquí no hubiera pasado nada, pues no sé. ¿Acaso no sería una falta de respeto a la ley y al marco jurídico? Mi opinión no tiene ningún valor y no puedo hacer otra cosa que pensar que ese juez que tenía un pancho de aúpa encima de la mesa, lo ha hecho bien. 

Me sorprenden además reacciones de personas que, sin conocerlas, yo catalogaría de moderadas. De razonables. Y que, sin embargo, consideran la sentencia como violencia, como premiar pacifismos de Cuixart, con 9 años, cuando en dos meses, pisarán la calle tranquilamente. 
Considerar la sentencia como una invitación sádica a entenderse con Catalunya. Tampoco tengo muchas dudas de que habrá indulto o similar, o que tendrán tercer grado en breve. 

¿Y dónde está Cataluña? ¿No es España? ¿No están aquí todavía?
Tal vez ya no se ven aquí y por eso les violenta esto. Y por eso hablan así. 

A mí, si no lo aparto de mi mente me duele. 
Y hay reacciones que me sorprenden. 
También la de mi madre cuando le envié este verano, desde Barcelona, el link con la clasificación de su nieto. Esto le envié: 



Y me dijo cabreada: "¿Haces el favor de enviarme la clasificación oficial de verdad? No puedo reenviar esto a mis amigas". 

Yo ni me había percatado de ello. Lo tuve que volver a mirar para entender el cabreo del 15 que tenía mi señora madre. 
Y sí. Tuve que ir a la FIDE, que es la clasificación oficial internacional de todos los torneos de ajedrez del mundo, y allí, en esa clasificación, del número 3 para abajo, todos esos jugadores aparecen con la misma bandera que el primero, que es mi hijo. 

Ellos tienen una visión de sí mismos distinta de la que tiene el mundo de ellos. Y la FIDE. 

No merecen la pena estos conflictos por unas banderitas de unos colores u otros. 
De verdad. Y si la prefieren así, pues puestos a elegir, a mí me gusta más esta. Tal como lo quieren en Sants. Un barrio por el que estuve este verano y no era ajeno a estos temas, ni mucho menos. 

No sé cuántas cosas buenas habrá traído el nacionalismo del tipo que sea. El vasco muchos muertos, el catalán una sociedad dividida,....Creo que las cosas malas superan con creces a las buenas. En verdad lo pienso. Y creo que hay preocupaciones más importantes que estamos descuidando por pelear por banderas. Solo es mi humilde opinión.