viernes, 4 de octubre de 2019

Día lluvioso y triste

La verdad que con este día lluvioso, de cielo gris, "orbayu", ya fresquito y tristón que está el tiempo, me apetecía refrescar el álbum de verano y mirar fotos de Barcelona, con el calor que hacía por allí en agosto. Pero no tengo ánimo. 
Hoy es un día triste en nuestro Departamento, y no solo por el tiempo. 
El curso pasado, a la vuelta de Semana Santa, nos encontramos con una triste noticia sobre una compañera. 
Hoy, el director del Departamento, nos comunica que se acaba de jubilar. 
Una mujer joven que había vivido para trabajar, para su cátedra, para su alma mater, no puede seguir adelante, con el trabajo, por descontado. 
Seguirá viviendo, de otra manera, aunque hay formas de vivir y estar en el mundo que no son vida. 
Una persona llena de energía y vitalidad. 
Hubo quien dijo que con un pequeño milagro igual se curaba. Yo pensé que tendría que ser un gran milagro, dado su estado. Y, además, desafortunadamente, no puedo creer en los milagros y hoy, menos que nunca. 

Ojalá haya otra vida. Si la hay, pienso vivirla. Nadie ha vuelto para contarnos que tal cosa existe, por lo que las dudas racionales persisten. 

Mientras tanto, intento vivir, todo lo que me toca y corresponde vivir, en esta vida. Y hoy, en un día gris. Muy gris. Grisoscurocasinegro...

Un abrazo compañera.