miércoles, 23 de octubre de 2019

Cayendo en la tentación

Decía mi admirado Oscar Wilde que caer en la tentación es la única forma de librarse de ella. Y si es una buena tentación, es de tontos, y tontas, no caer. 
El caso es que esta mañana tuve reunión en el Vicerrectorado en Oviedo, luego pasé por la taquilla del Campoamor para comprar entradas para las jornadas internacionales de piano, pero claro, es que Rialto está cerquita. 
Tomar un café y sucumbir....¡Cómo no!
Las nuevas moscovitas de chocolate noir son extraordinarias.