BB son los acrónimos del nombre de esa bella actriz francesa, de abundante cabellera rubia y ojos marrones: Brigitte Bardot. Pero también podrían serlo de Barcelona Bonita.
Una bonita ciudad que paseé y visité este pasado mes de agosto y que me dejó en la retina imágenes más agradables que las de estos días pasados. Es por eso que se me hace más necesario mirarlas y verla así, como es, una preciosa ciudad.
Entre las dos grandes urbes, Madrid y Barcelona, sin duda, sin ninguna duda me gusta mucho más Barcelona. Por un montón de razones. El mar, lo bien organizada que está, lo fácil que es centrarse en ella y localizar los sitios, las grandes avenidas con vegetación en el centro (palmeras sequitas, pero ahí están). Hasta por la forma de conducir de la gente, mucho más civilizada y tranquila. Y mi barrio favorito, el Gótico. De eso, tampoco tengo duda. Absolutamente ninguna. Tiene rincones preciosos.
Para vivir, entre las dos, con todo y con eso, preferiría Madrid. Ese pueblón grande, con barrios maravillosos como el de Los Austrias, y que nos acoge rápidamente a todos los españoles. Es como si por estar en el centro de la piel de toro, ejerciese una fuerza como de gravedad, como de lugar al que hay que ir, o en el que hay que estar. Lo de Madrid al cielo, tampoco está mal.
No es que no me haya sentido acogida en Barcelona, es que me siento extranjera allí. Y no por no entender su idioma.
Soy lo suficientemente mayor para saber que sólo debo estar en un sitio donde me quieran. Un sitio donde no te quieren, no es tu sitio.
BB. Barcelona Bonita. Barcelona Bellísima ciudad, claro que sí.
