viernes, 11 de octubre de 2019

Como hermanos



Estamos tan acostumbrados a las peleas entre músicos que, cuando escuché el otro día en una grabación en Radio 5 que llevaban 60 años juntos y que se querían como hermanos, me hizo feliz. No siempre pertenecer a un grupo musical tiene que acabar con peleas y rupturas. 
De la misma manera que no todos los matrimonios tienen que acabar en divorcio. Parece que el porcentaje ronda actualmente en nuestro país el 70% o más. Y seguro que todos se casan pensando que va a ser para toda la vida. 
Pero cambian de idea o la vida juntos les hace cambiar. 
Sin embargo, yo creo que hay parejas que son felices. Hay personas que están enamoradas toda la vida y que por la razón que sea, les ha tocado la suerte, la pura suerte, - porque no puede ser otra cosa más que eso -, de encontrarse. De chocar y encontrarse. Y que eso exista ha inspirado muchas obras de arte maravillosas. Las novelas y la música que habla de amor no pueden ser todas cuentos chinos. 
En algo hay que creer en esta vida. 
Yo voy a misa todos los domingos y fiestas de guardar, y toco el órgano, y canto, y escucho la Biblia, y los sermones, que los hay mejores y peores, y si reparten papeletas para la vida eterna en las iglesias, pues alguna me tocará. Por ahí ando yo. 
Pero en lo que más creo, en lo que verdaderamente creo es en la fuerza del amor de una pareja que se siente feliz y enamorada. Felices y orgullosos de estar juntos y de haberse encontrado. 
¿Una idea cándida?

Tal vez. Aún no he perdido la inocencia. O no toda.