miércoles, 8 de septiembre de 2021

¡Puxa Asturies!

Llega septiembre y con él la fiesta de nuestra Comunidad Autónoma, que es un Principado. No solo la nuestra se celebra en septiembre. Y más adelante la fiesta de mi ciudad natal. Muy mateína, ella. 

Un día en que tenemos alguna buena noticia que celebrar como ser líderes de España en vacunación. 

Día de Covadonga. Día de la Santina: 8 de Septiembre. La Virgen de Covadonga que, como dice la canción, ye pequeñina y galana, como muchas mujeres asturianas, incluida servidora, claro. 

¡FELIZ DÍA DE ASTURIAS! ¡PUXA ASTURIES!

https://www.elcomercio.es/asturias/asturias-lidera-vacunacion-coronavirus-espana-20210906003957-ntvo.html

Asturias lidera la vacunación en España

Éxito de todos. La confianza en la ciencia, el recuerdo de la polio, la relación intergeneracional y el buen funcionamiento de la sanidad explican el liderazgo español en pautas completas entre los países grandes

 


España, tan acostumbrada a la autoflagelación durante la pandemia, ha encontrado un motivo para sentir orgullo. El martes, se convirtió en el primer país del mundo de entre los más poblados en llegar al 70% de vacunados con la pauta completa. Más allá de la propaganda del Gobierno, o de las críticas de la oposición por haber alcanzado ese porcentaje dos semanas más tarde de la previsión inicial, España, como siempre hace en las dificultades, ha enseñado, otra vez, su mejor cara.

Y aquí, Asturias, aunque los 'cómo' sean motivo de confrontación, los 'qué', los datos objetivables, puede sacar pecho de haber sido la que más ha tirado del carro nacional. Cuando el Ministerio celebraba hace una semana haber llegado al 70%, la región ya estaba superando el umbral del 80%. La única del país.

«Hemos demostrado que somos un pueblo más sabio que lo que creemos», lanza Jaime Jesús Pérez, experto en Salud Pública, vacunólogo y miembro de la Ponencia de Vacunas, el órgano que ha diseñado la campaña de vacunación. Desde la sala de mandos, Pérez ha vivido directamente los malos momentos de la campaña, como la falta de vacunas al principio o las quejas de determinados colectivos cuando se quedaban fuera de los grupos prioritarios que la ponencia establecía durante reuniones en las que se decidía quién podía vacunarse y quién, todavía, no. Ahora, en cambio, le toca la alegría de saber que se ha cumplido un objetivo básico para acabar con la pandemia.

A pesar de los consejos interterritoriales, y las experiencias compartidas entre comunidades, cada una decidió aplicar su propio plan. Asturias siempre se aferró a que fueran ellos, los profesionales del Sespa, quienes fueran convocando a la población por grupos etarios. Tampoco dio acceso a las mutuas, aunque Sanidad dio pie a ello. Solo ahora, una vez que casi todos los asturianos han recibido al menos una llamada para acudir a vacunarse, se ha cambiado la estrategia y son ellos los que pueden inscribirse para acudir a uno de los dispositivos.

¿Pero por qué España ha logrado una meta que todavía no han alcanzado países más desarrollados, como Francia, Alemania, Reino Unido, Estados Unidos o los nórdicos? «Aquí, tradicionalmente, hemos confiado en las vacunas. La generación que ahora tiene 70 años sufrió la polio y los que tienen 50 aún guardan recuerdo de ello. La polio se erradicó con las vacunas y eso está presente, de ahí que aquí los movimientos antivacunas sean minoritarios, en comparación con los de otros países», explica Pérez.

«No somos un país negacionista. España es un país que confía en la información que se transmite desde el ámbito científico y que cree en su sanidad», corrobora Marcos López Hoyos, presidente de la Sociedad Española de Inmunología, que considera «un éxito de la sociedad» haber alcanzado, en solo ocho meses, el 70% de vacunados.

La cultura de la vacuna ha echado raíces en España, prosigue Jaime Jesús Pérez. «Los padres, que vacunan a sus hijos de todo y no dudan en comprar las vacunas que no están incluidas en los planes de vacunación públicos. Eso no existe en otros países», señala. «Y después de todo lo que había sufrido el país, sobre todo en la primera ola, la población tenía claro que las vacunas eran la única salida racional al problema.

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Pero hay más factores, y variados, para explicar el logro de España, y algunos de ellos tienen que ver incluso con la idiosincrasia nacional. «Somos un país con una gran relación intergeneracional y durante la pandemia, tuvimos que cortar esa relación. No pudimos reunirnos con la familia. Pero hemos visto que vacunarnos era la manera de proteger a nuestros mayores y eso ha animado a la gente, que quiere retomar su contacto con sus padres y abuelos», prosigue Pérez.

Desde el 27 de diciembre del año pasado, España ha administrado 67 millones de dosis y las 235.000 enfermeras del sistema de salud se han convertido en un símbolo de la capacidad de un país para afrontar este reto descomunal. Además, han ayudado a levantar de nuevo la autoestima de la sanidad española después del tremendo drama que supuso la primera ola del virus. Solo en Asturias se han administrado 1.622.736. Aquí, la estrategia tampoco fue unánime. En Asturias se decidió que todo lo que llegaba se inoculaba, llegando al domingo rozando el 99% de dosis administradas respecto a las disponibles. «Nuestras enfermeras han sido y siguen siendo un ejemplo en todo el mundo. Tras meses exhaustas atendiendo a pacientes covid-19, se pusieron al frente de la vacunación masiva en toda España», recuerda Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.