Tengo perfectamente asumida e interiorizada la idea de que estaré trabajando hasta los 70 años. Y espero como agua de mayo que alarguen la edad de jubilación obligatoria, por lo menos hasta los 72, por coherencia con la ampliación de la edad de jubilación general de los 65 a los 67 años. Sin embargo, esta noticia de EL PAÍS me impactó. Me parece tener más moral que el Alcoyano iniciar una nueva vida a esa edad pero si se piensa en un horizonte vital de 90 años, tiene su razón de ser, buscar que los últimos 20 años de tu vida sean de mayor felicidad, si es que no se está feliz cuando se toma esa decisión.
Recuerdo con emoción un discurso de Antonio Banderas en los Premios Goya de hace unos años, en 2015, cuando le dieron el Goya de Honor y habló de empezar a vivir la SEGUNDA PARTE del partido su vida. En un símil futbolístico, así lo dijo, al cierre del bello discurso, tras pedir perdón a su hija por el tiempo que los rodajes le robaron de estar presente en la vida de su hija. Empezaba entonces la segunda parte del partido de su vida con nuevo amor. Nueva vida. Siempre pensé que Melanie estaba demasiado mayor y machacada para él, y tenía demasiada querencia a las drogas. Empezar a esa edad que lo hizo Antonio, la segunda parte del partido de la vida tiene más sentido creo yo, si llega el nuevo amor a esa edad. Menos machacados físicamente que a los 70 años, claro.
En todo caso, el divorcio solo es una buena noticia si es para pasar a vivir una vida mejor. Una segunda parte de la vida más elevada, más sabia y más feliz.
https://elpais.com/diario/2010/03/21/sociedad/1269126001_850215.html
Divorciarse a los 70 años, ¿por qué no?
La mayor convivencia tras la jubilación conduce a las parejas menos estables a la ruptura conyugal - La elevada esperanza de vida ha disparado las separaciones una vez cumplidos los 65
Son cada vez más. El aumento de la esperanza de vida, la convivencia obligada de los jubilados y una fe inquebrantable en el amor romántico hacen que año tras año ciudadanos con los 70 ya cumplidos se planten ante el juzgado con una demanda de divorcio. ¿Qué lleva a un hombre o a una mujer a decir adiós a medio siglo de matrimonio y afrontar una realidad incierta en el último tramo de sus vidas? Los expertos aseguran que hay notables diferencias de género en la decisión, si bien a unos y a otras les une el deseo de vivir sus últimos años manteniendo a raya el fantasma de la infelicidad. En general, las mujeres buscan tranquilidad; los hombres, muchos, alegría para el cuerpo -la Viagra hace milagros- y compañía para la mente.
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