viernes, 17 de septiembre de 2021

Molly's Game | Una historia real

Como real es la escena de la operación tomada seguramente de una intervención quirúrgica verdadera. 
La mía aún fue más complicada porque la de esta chica era una curva de 60 grados y yo tenía dos: de 60 y de 58 grados, lumbar y dorsal. 
Una S en mi espalda, dentro de mi cuerpo. 
Tenía yo la inicial de mi nombre en mi propia espalda. 
Y en efecto, el cirujano, como a ella me prohibió esquiar. Y la verdad que me gustaba mucho y no se me daba nada mal. 
Es algo muy agradecido. Como andar en bicicleta. No se olvida. 
Te vuelves a poner los esquíes y a los 10 minutos todo vuelve. 

Ello quiere decir que cometo algún pecadillo de vez en cuando, cuando subo a Fuentes de Invierno o San Isidro con mis hijos. 
Con mucha prudencia. En pistas con poca gente. 
El problema no es esquiar, me refiero a una bajada dulce como las mías - lo de esta chica era un esquí de impacto - el problema es caerse. 
Pero no me caigo. 
Esquiando no he tropezado nunca. 
En otras cosas sí. 
La vida de Molly es muy azarosa. Sin duda.
Buena actriz.