Ya tardaba en aparecer la cantinela nacionalista. Ya tardaba. Era demasiada paz. Dejo a Joan Canadell más abajo con su cantinela. Cada uno es libre de pensar lo que le de la gana, pero lo que no soporto de los independentistas es esa creencia, esa convicción de superioridad frente al prójimo. ¿Que Torra lo hubiera hecho mejor? Su gestión en otros asuntos no le avala.
¿Por qué no os vais ya y nos dejáis en paz de una puñeterísima vez?
Eso sí. Pagando la cuenta por favor.
Debéis una pasta gansa al Estado central.
Por otro lado, al margen de la actuación gubernamental y sus vaivenes, está lo que hace cada comunidad. A Cataluña no le está luciendo el pelo precisamente en esta crisis.
¿Se han fijado en Andalucía? Los números cantan. Miren muertos por millón de habitantes por favor. A lo mejor Torra saca alguna conclusión. Tal vez con menos pasta para la independencia y embajadas por el mundo mundial, y más pasta para la Sanidad, les iría un poquito mejor.
Por favor. Adeu. De verdad que si después de este respiro del coronavirus en relación a este dichoso temita de banderitas, van a volver a la carga, Adeu, los independes y quien quiera irse con ellos.
¡Qué pesadez por Dios. Qué pesadez!
Adeu de una puñeterísima vez.
Y aquí, la reportera poco dicharachera, haciendo su lisa y lasa y plana descripción de los hechos, como siempre.
https://www.youtube.com/watch?time_continue=16&v=rKyPH_V_eOQ&feature=emb_logo
Joan Canadell. Se me ocurre algún adjetivo para este señor, pero no es decoroso.
Una Cataluña independiente
hubiera salvado miles de vidas
El presidente de la Cambra de Comerç de Barcelona, Joan
Canadell, ha asegurado este miércoles en un mensaje en sus redes que “una Cataluña independiente hubiera
salvado miles de vidas”. Además, contrapone la estrategia
griega a la del Gobierno de Pedro Sánchez y afirma que “España es paro y muerte” mientras que
“Cataluña vida y futuro”.
El dirigente independentista apunta que se debería haber hecho
caso al president Quim Torra
y cerrar dos semanas antes porque hubiera acarreado menos contagios y menos
fallecidos. Escuda sus datos en la gráfica de un físico
estadounidense.
No se trata de una declaración aislada. El procés se ha colado por
las rendijas de la gestión política de la emergencia sanitaria, en la
estrategia del Govern y en lo declarativo, en la reivindicación de competencias
propias y en lo anecdótico, como en el número de mascarillas que envió el
Estado a la comunidad en una partida de la semana pasada, 1.714.000 unidades.
Torra ya dio a entender en la rueda de prensa con los
corresponsales extranjeros de hace unos días que una Cataluña independiente hubiera gestionado mejor la
crisis. La portavoz del Ejecutivo catalán y consellera de la
Presidència, Meritxell Budó, remató la faena esta semana en una entrevista en
Ràdio 4 al afirmar que “con la independencia” el Govern habría “actuado antes”
y que no habría ahora “tantos muertos ni tantos infectados”.
Desde que se decretó el estado de alarma y el Gobierno asumió el
mando, la Generalitat ha optado por seguir trazando sus propios planes con su
grupo de expertos, que a menudo han colisionado con las decisiones que se
adoptan desde el Ministerio de Sanidad. De ese modo, el Consell Executiu
aprueba planes de desconfinamiento para menores –prevé también uno general– o
de confinamiento total o parcial en la Conca d’Òdena sin tener las
competencias, provocando de ese modo un choque con la Moncloa.
Además, Budó ya dejó claro la semana pasada que reivindicarían
la autodeterminación en el espacio de diálogo de partidos que deben alumbrar
los pactos para la reconstrucción que propugna el Gobierno y argumentó que si
exigen la independencia es “para no ir a remolque de un Estado que va lento”.
“Queremos el máximo de competencias, por
eso incluimos la autodeterminación en los pactos de reconstrucción económica y
social”, justificó.
De ese modo, las declaraciones de Canadell, más contundentes que
las de los miembros del Govern, no son un hecho aislado. Una contestación que
se ha dado a los independentistas que se han pronunciado en el mismo sentido
que Budó o el presidente de la Cambra es que 15 días antes de que empezara el
confinamiento el Ejecutivo catalán tuvo actividad normal y se celebró el acto
de Perpiñán con Carles Puigdemont. Según la gráfica que comparte Canadellel
cierre debía decretarse el 1 de marzo, un día después de la gran concentración.