miércoles, 15 de abril de 2020

Errar intencionadamente

La naturaleza humana es realmente curiosa. Y cuando observas a las personas terminas entendiendo su comportamiento, aunque no lo compartas o aunque veas que es claramente un error. Inexplicable, pero error. 
Todos nos podemos equivocar. Está claro. Sin embargo, en mi caso, si opto por algo o tomo un camino, o intento algo, es porque estoy convencida de que eso es lo correcto. Que es la decisión adecuada para mejorar mi vida. Luego las cosas me podrán salir mejor o peor. O puedo fracasar. Pero sé que lo he intentado con el convencimiento de que aquel era el camino para mejorar mi vida y ser más feliz. Y aunque haya fracasado sé que hice lo correcto, con la información que tenía, y que si el tiempo volviese atrás, no tendría opción más que intentarlo otra vez, porque lo consideré lo correcto en ese momento. 
Es curioso que hay seres humanos que hacen justo lo contrario. Que ven el camino para mejorar su vida o ser más felices y toman justo la decisión contraria. Esto es, eligen errar a sabiendas de que es un error. Es inaudito pero es así. Hay personas así. La peor opción, la opción equivocada como leiv motiv de la vida. 
Errar a sabiendas. 

Me recuerda al concepto jurídico de prevaricar, estudiado por alguna de las asignaturas de Derecho en mi carrera de Económicas. 
Como decía mi güelina en asturianu, "caún ye caún". O sea, cada cual es cada cual y toma sus propias decisiones. Incluído el error consciente. 




Por si alguno no sabe lo que es prevaricar....

Prevaricar consiste en dictar una resolución arbitraria a sabiendas de su injusticia. Es un delito especial que solo puede ser cometido por una autoridad o por un funcionario público. El actor de esta conducta punible será penado con la inhabilitación de su cargo.