miércoles, 22 de abril de 2020

Gijon del alma a su manera

"La palabra Gijón empieza por "g" de gentes, y sus habitantes no se inhiben para mostrarse como tales. En Gijón se quiere con la dulzura y serena normalidad del cariño y en Gijón se ama con el lenguaje de manos entrelazadas aprendido tal vez de los pájaros a la hora de construir sus nidos". 

Así comenzaba Luis Sepúlveda el texto "De amor y mar". 

Mañana, este escritor no podrá celebrar el día del libro. Él que vivió entre libros y para los libros. Y organizó un festival aquí en Gijón. 
Me emocionó el poema de su esposa en la contraportada de EL COMERCIO, hace unos días. Una poetisa, una mujer a su altura. Lo cierto es que su historia de amor no es de novela, es casi de telenovela, pero muy bella. Entre medias estuvo casado con la alemana Margarita Seven, con la que tuvo 3 hijos. 
Pequeñito pero matón, el Lucho. Pequeñito pero matón de altura. Olé por él.
Y se quedó en Gijón. La ciudad le hará Hijo Adoptivo. 
Se puede decir que cantó el Gijón del alma a su manera. 

Me gusta verlos juntos aquí, felices y orgullosos de su amor. Vivido y declarado oficialmente en Xixón. Qué bello es ver que quienes se aman muestran su amor y nos hacen creer en él. 

Muy bello. Tan bello es mostrarlo como feo y pecaminoso es opacarlo y amagarlo. Tal cosa, lejos de producir el ocultamiento lo hace aún más visible. Sospechosamente visible. Mi esposa es una belleza y jefa de Oncología del Hospital Vall d´Hebron, pero yo soy muy discreto y reservado con mi privacidad y no me gusta contarlo. Ahhhhh!!!
Discreto y reservado es Don DeLillo que es muy difícil pillarlo para entrevistas. O la escritora francesa antipática de cuyo nombre no me quiero acordar, que le dimos el Princesa de Asturias de las Letras y pasó de venir a recogerlo...

Pero bueno, "caún ye caún decía mi güelina". 

Y el genio literario inglés, el más grande de los que en el mundo han sido decía: "Algo huele a podrido en Dinamarca". 
Si algo huele sospechosamente a podrido, es que lo está. 
Me alegró ver feliz a Lucho en su elección. Y como ella contaba  hace unos días en prensa, tenían muchos planes de vida por delante. Tenía 70 años pero estaba vivo y enamorado de nuevo. 
Hay gente muerta con 20 años. Yo veo zombis los lunes por la mañana, con 20 años. O los veía cuando daba clase presencial antes de este asunto. 
Se puede estar zombie y muerto viviente con 20 o con 50 o con 70. 
Y otros deciden seguir vivos y seguir amando. Y contándolo al mundo. 



Gijón del alma: 

https://www.youtube.com/watch?v=GzFqKsLG8L8