sábado, 25 de abril de 2020

¡Escribe sobre una bola de pilates!



Después de escucharla creo que solo tengo dos cosas en común con ella: el pilates y las ganas de abrazar a mi madre. 
Es bastante prescindible todo lo que dice hasta el minuto 10. Al principio, autobombo sobre sí misma y la obra. Qué diferente del entorno académico. Si alguna de nosotras hablara de su trabajo así en un congreso de Finanzas, el choteo sería general. Hay que hablar con humildad, agradecer muchísimo al evaluador las críticas, aunque te estés acordando de todos sus muertos, etc...

Hace bien. Hay que vender y venderse. 
Dice que escribe sobre una bola de pilates para que no le duela la espalda. Qué curioso. ¿Y sin respaldo?
Nabokov creo que escribía de pie. 
Igual le ayuda a progresar tanto como él. 
Suerte Martita. 
Me llaman la atención sus pestañas postizas que más que de periodista parecen propias de un lupanar. 
Tengo dos amigas que las usan, pero más livianas que esas, y son un rollo. Hay que cambiarlas cada poco, y machacan la pestaña natural. 
Mis amigas me llaman petarda suertuda por tenerlas largas de manera natural. Hubiera preferido las piernas largas de 1.75 metros de altura, pero no tocó. 
Dios aprieta pero no ahoga, y además de verdad.