sábado, 21 de marzo de 2020

Razonamientos de persona lógica

En circunstancias normales, no veo venir al cartero. Estos días viene menos, pero si viene, es entre las 10.30 y las 11 horas de la mañana. La hora del café con los compañeros en la Facultad. Entre las cartas, dejaron esta publicidad. A priori, suena bien, porque no parecen tan cargantes como esas compañías que llaman y vuelven a llamar.  No tengo intención de cambiar. En este sentido, soy una mujer feliz y satisfecha con el contrato actual y la compañía contratada, que no es O2, y no quiero cambiar. Las mujeres no somos tontas; alguna tal vez lo parezca cuando se pone a hablar, pero ninguna mujer deja lo que tiene si está satisfecha. Por descontado. 


En otro orden de cosas, llama quien tiene interés en hacerlo. Conclusión lógica de persona lógica. Y todo lo demás, es un brindis al sol. Lo que habla por nosotros son los hechos. Las obras. Las palabras se las lleva el viento, las dichas, y las escritas, si están bien encajadas servirán para vender poemas, al poeta si tal oficio tiene. Si es electricista, para poca cosa. 

Publicidad engañosa que nada tiene que hacer 
con las personas lógicas. 

Hechos. Lo único verdadero son los hechos. 
Miro el buzón plateado desde mi balcón, escondido tras la palmera, para ver si el cartero llama una o dos veces. 




En mi confinamiento, observo con mayor frecuencia a las vaquitas, desde la ventana del baño donde me ducho. Le pedí a la arquitecta que los tres baños de casa tuvieran ventana. Me gusta ducharme con luz natural. Las vaquitas no tienen miedo del coronavirus, digo yo. Siguen su vida normalmente. 



Esta mañana, mi escenario de gimnasia de pilates, deporte que no me gusta - prefiero la piscina - tenía un cielo color panza de burro. Pero está bien. Mejor que los patios interiores de vecindario. 




El humor de NETO siempre ayuda, en esta situación y con todas las contrariedades y desilusiones de la vida.