Me llamaron de "EL COMERCIO" para consultarme sobre este tema, en relación a las hipotecas. Publicado el pasado domingo día 8 de marzo en EL COMERCIO. Cosas que me preocupan a mí el 8 de marzo.
https://www.elcomercio.es/economia/aversion-riesgo-bajos-20200308012502-ntvo.html
La aversión al riesgo y los bajos tipos de interés disparan hasta el 59% las hipotecas fijas
El Principado es la región en la que más peso alcanzan estos créditos, impulsados también por los efectos de la crisis y la desconfianza
Casi seis de cada diez hipotecas que se firmaron en Asturias en el último trimestre de 2019 eran ya a tipo fijo, en concreto el 58,88%, una cifra que se ha disparado en los últimos años, impulsada por la aversión al riesgo de los clientes y por el entorno de tipos de interés excepcionalmente reducido. Esta tendencia, general en toda España, se desboca en la región, en la que el porcentaje supera en catorce puntos la media nacional, según los datos que maneja el Colegio de Registradores de la Propiedad de España. La población asturiana, más envejecida, y su perfil más conservador en los mercados financieros explican, en parte, esta diferencia.
En todo el año pasado el porcentaje de hipotecas a tipo fijo en Asturias se situó en el 56,03%, frente al 49,74% de 2018. Si nos remontamos más en el tiempo, en 2016 apenas eran el 14,94%, en 2015 no llegaban al 10% y en 2014 apenas superaban el 7%. El tipo variable era el rey absoluto, con el euríbor como referencia básica, aunque no la única, de ahí la sentencia de esta semana del Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea sobre otro índice, el IRPH, al que se referenciaron miles de hipotecas en Asturias, unas 10.000, según la UCE. Ahora estos clientes podrán denunciar sus casos ante la justicia española para que dilucide si contrataron estos créditos de forma «abusiva» por parte de la banca (el IRPH está ahora en el 1,825% y el euríbor cotiza en negativo en el -0,253%). Con este caso ya en los tribunales, el año pasado solo un 0,11% de los créditos hipotecarios firmados en la región tenían al IRPH como referencia.
Para comprender la migración del cliente de los tipos de interés variables a los fijos hay que tener en cuenta distintas claves. Por un lado, casos como los de las cláusulas suelo, el impuesto de las hipotecas o ahora el IRPH han generado cierta desconfianza en los servicios bancarios. Por otro, los años de la crisis, en los que muchas familias se vieron ahogadas por las cuotas de los préstamos e incluso fueron desahuciadas, también han calado en los ciudadanos y han cambiado su percepción del riesgo. En ese contexto, las hipotecas a tipo fijo ofrecen más seguridad, al permitir convivir con el crédito sin sobresaltos, sabiendo mes a mes lo que se va a pagar. De este modo, los clientes que son más desconfiados optan por el tipo fijo para limitar la posibilidad de problemas que puedan surgir y los préstamos resultan, además, más sencillos de entender, ya que desaparece el riesgo de la evolución de los tipos.
Hay otra clave más para entender este cambio de tendencia: el bajo precio del dinero provocado por la política expansiva del Banco Central Europeo. Con el euríbor en negativo, la banca también está interesada en que los nuevos hipotecados firmen créditos a tipo fijo, a los que en el contexto actual pueden sacar más rendimiento. Incluso la nueva ley hipotecaria permite transformar los préstamos de variables a fijos con escasa penalización.
Qué elegir depende también de otros factores, además de esa aversión al riesgo del cliente, como los años por los que se solicite la hipoteca o la vinculación que se quiera tener con la entidad crediticia. Así, en el caso de los tipos variables, para lograr las mejores ofertas que se publicitan es necesario, prácticamente, casarse con el banco, que requiere más allá de tener una cuenta con ellos, domiciliar la nómina, contratar seguros o, incluso, otros productos, como son fondos. El préstamo se convierte así en un mecanismo para fidelizar al cliente. Sin embargo, con las hipotecas a tipo fijo se pide una menor vinculación.
A pesar de la tendencia creciente del tipo fijo, algunos expertos ya apuntan a que esta podría haber tocado su techo. La profesora de Economía Financiera de la Universidad de Oviedo Susana Álvarez Otero defiende, de hecho, que con la actual política expansiva del BCE, que todo apunta que la nueva presidenta, Christine Lagarde, va a mantener, el tipo variable sigue siendo mucho más interesante. A pesar del riesgo que pueda conllevar se muestra convencida de que el euríbor continuará bajo en el medio plazo y que este hecho se puede rentabilizar.
