martes, 17 de marzo de 2020

Hablando con mamá...de oricios

Hablando ayer con mi señora madre que, como todas las madres está muy preocupada, me decía: "Hija mía, al menos por tu parte quiero estar tranquila. Tienes un sueldo fijo, te paga el Estado español, no el tenderete del Principado como a los profesores de escuela e instituto, tus hijos tienen 2000 metros cuadrados para correr y jugar, vivís en una casa de 300 metros cuadrados, espaciosa y luminosa, dime que estás tranquila y bien, y te cuidarás y los cuidarás. Y me quedo tranquila por tu parte.....Pero tus hermanos. A tu hermano Nacho, todo cancelado hasta mayo. Tremendo. Dime qué estás bien. 
La culpa es de los cochinos de los chinos que comen murciélago". 

Le contesté que estaría bien, que estoy bien (sin miedo ninguno ?¿) y que los asturianos comemos oricios. Ni siquiera se los he visto comer a nuestros primos hermanos los gallegos que tienen tanta querencia a los productos del mar como nosotros. 
Yo les saco brillo. Me encantan. Y cada día son más caros...

En los conflictos fraternales mi madre era una experta en llegar a la raíz del problema y que el castigo se lo llevara el causante.  El que tocase en cada ocasión. Nada de pagar justos por pecadores. 
Dicen que las madres siempre tienen razón. 

¿Les tocaría alguna sanción a los comedores de murciélagos, si es esa la causa, que no lo sé, ni me voy a poner a averiguarlo?