lunes, 13 de julio de 2020

Sin problemas de identidad

El plan inicial tras la cena era asistir a la Velada poética con Montero y compañía, pero se nos presentó El Loco en Xixón. Lo leí el viernes en EL COMERCIO, por sorpresa. 
Allí estuvimos. Su voz, en bastante buena forma, la verdad. El guitarrista, genial. En esta banda no era Igor Pascual. Su acompañante, Sopeña, si no hubiese cantado nada, pues mejor que mejor. Fue capaz de destrozar con su voz esa canción que es un himno del rock de este país, que él mismo compuso y que cantaba tan bien, tan bien La Frontera. Me la grabó mi primer novio en una casette de cromo, como tantos discos que él compraba y me grababa luego. 

La de Gil de Biedma que inspira esto, genial. Emocionante de verdad. 
Tocó el Paraíso, pero no tocó el Cadillac. 
Casi al cierre tocó una de la banda sonora de un trabajo de Susana Koska. Desconozco su filmografía, si es tal. Como diríamos por aquí: "Qué guapu ye querese". 

Un rockero, casi sesentón, sin ningún problema de identidad. Como debe ser. A ciertas edades, no se puede andar con problemas de identidad, a pesar del título de su famoso disco.  Es evidente. 

También es evidente que las mujeres no podemos fumar. A poco que se lea evidencia científica, se constata que en los hombres el tabaquismo tiene influencia en cáncer de pulmón y vejiga y en las mujeres en TODOS. Los hombres y las mujeres somos biológicamente desiguales. Un altísimo porcentaje de mujeres que sufren cáncer de  mama son fumadoras o nulíparas. Pechos sin leche, pechos más procancerígenos. 

Y cerró el concierto con la favorita de mi esposo. Como si el Loco le hubiese leído el pensamiento al hombre que me abrazaba en el concierto. 
Su favorita: John Miller. En una versión acústica, estupenda. El Loco pidió silencio y bajar las luces y aquello funcionó. 
Dulce y poética noche, Loco. Gracias por la visita. 

Mis favoritas del Loco, para la próxima: El Cadillac y La mataré. 
Seguro que por ahí hay alguien con ganas de matarme. Eso, es una constante en mi vida. ¡Qué le voy  a hacer!

Entrada flojita en El Bibio. Pero ahí estuvimos. 





Acumulación de eventos el sábado 11 de julio....






Según Loquillo, ellos son trabajadores esenciales. Como los médicos, las enfermeras....La humildad, al fondo derecha, que diría un escritor. 



https://www.elcomercio.es/culturas/loquillo-somos-trabajadores-esenciales-20200710000737-ntvo.html?vca=dgtk-rrss-ecm&vso=tw&vmc=social&vli=ecm&_tcode=bGk2Mmgy

Loquillo: «Somos trabajadores esenciales»


«Es el momento de dar la cara», afirma el cantante, que mañana llega en formato íntimo y poético a Gijón junto a Gabriel Sopeña

MIGUEL PÉREZMADRID.
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Loquillo (Barcelona, 1960) regresó el pasado viernes a los escenarios en el WiZink Center de Madrid, con un aforo presencial de 1.700 personas y retransmisión en 'streaming'. Era el primer experimento en Europa de lo que podría llamarse un gran concierto. Mañana llega a la plaza de toros de El Bibio, en Gijón, con un formato íntimo y poético, junto a Gabriel Sopeña, donde actuará para un máximo de 800 personas y sonarán las voces de Benedetti, Luis Alberto de Cuenca, Aute, Brel y Brassens; además de la dicción incomparable de Johnny Cash y Kris Kristoffersson.
- ¿Cómo afronta la vuelta en este contexto inédito?
- Con emoción, pero sobre todo con responsabilidad. Es el momento de dar lo mejor de nosotros mismos. No vivimos en una realidad paralela. Hay que devolver a los espacios su alma, que son el público y sus artistas. Somos cultura y es un bien necesario. Somos trabajadores esenciales. Es el momento de dar la cara. Tenemos que adaptarnos al medio y trabajar con él.
- ¿Cómo ha llevado personalmente el confinamiento?
- Con disciplina y actitud estoica. Con un horario que he cumplido basado en la lectura de los clásicos, la revisión del cine europeo de los setenta, la recuperación de las canciones que quedaron de 'El Último Clásico', que han dado lugar al lanzamiento de 'Sonríe', que estrenamos hace unas semanas. También he podido repasar la biografía que está escribiendo Felipe Cabrerizo. En estas fechas, estaría entrando en estudio para la grabación de mi quinto disco de poesía dedicado a la obra de Julio Martínez Mesanza: 'Europa'.
- ¿Qué o en quién piensa en esos momentos previos a su salida al escenario?
- En aquellas personas que se han ido y no pueden estar ya entre nosotros.
- En medio de esta crisis parece que solo aguantarán los fuertes. ¿Nos vemos abocados a una criba de artistas y bandas?
- Como dijo el presidente Sánchez, nadie debe quedar atrás y eso incluye también a todos los músicos, técnicos, artistas y bandas del país.
- ¿Está reaccionando tarde el Ministerio de Cultura a las urgencias del sector?
- ¿Si reacciona tarde? Yo creo que ni está ni se le espera. Las noticias que me llegan del entorno del ministerio son las de falta de comunicación y, sobre todo, empatía. Y eso que la cultura ha sido la gasolina del confinamiento y la música su banda sonora.
- ¿La sociedad saldrá de esta pandemia con más miedo y más conservadora en sus hábitos?
- Cuando te caes, hay que levantarse. No queda otra. Los ciudadanos han dado un ejemplo de responsabilidad y esperemos que los políticos terminen estando a la altura de aquellos. Me preocupa, como a muchos, si esta pandemia terminará afectando a los derechos civiles e individuales.
- 'Como todos los jóvenes, yo vine a llevarme la vida por delante'. ¿Pensará así la generación que ha sufrido la COVID-19?
- Bienvenidos al siglo XXI. Quizás a partir de ahora se aprecien mucho más los valores sociales y humanos, y lo que realmente importa. No olvidemos que a toda una generación de españoles que vivieron la posguerra, lucharon por la democracia y ayudaron a familias en la crisis del 2008 se los ha llevado el coronavirus. La sanidad pública y la educación tienen que ser los pilares de la reconstrucción. Esto no puede volver a pasar.
- Por último, ¿una canción para recuperar la esperanza en este periodo de caos?
- 'That's Life', de Frank Sinatra.