Para pellizcarse.
¿Es esto verdad?
La primera vez que envié un correo electrónico me dije: "¿esto es verdad?, ¿va a llegar el mensaje?". Y cuando se pudo insertar archivos adjuntos y ahorrar portes de Correos al Departamento, para enviar un artículo a una revista americana, no daba crédito. Qué ventajas tiene el mundo moderno y sus nuevas tecnologías.
En las rutinas diarias, se vive pensando en momentos en los que una se diga: "¿Esto es cierto? ¿Esto es realidad? ¿Esto me está pasando de verdad?".
Pero claro, tal pensamiento suele tener una connotación agradable.
Y sin embargo esto....
Ahí tengo la blanca, la del filtro no se qué no se qué más, que es la que debería llevar yo por prescripción facultativa en todo momento y es agobiante y como llevar un embudo en la cara. Y a cara lavada, porque a poco que te pongas ligeros polvos de sol o rimmel, la destrozas en un día y no es la más barata. Luego está la azul clarita, la quirúrgica, más ligerita y la que se soporta más horas; luego la negra, la de vestir, que hemos descubierto que nos va bien a las rubias; luego la negra versión nacionalista astur. Todas mascarillas, no fundas. Hervibles....Y los guantes, con los que se suda mogollón...y el líquido purificador.
Estos son mis modelitos del verano 2020.
Mamma mia! Qué tiempos. Foto para el recuerdo y ojalá llegue pronto el día en que esto sea un triste recuerdo, y no una realidad duradera.
Este tipo de noticias, como la de aquí debajo, me temo que no nos permiten ser optimistas.
Cuidadín, tener cuidadín, parece de momento la única alternativa viable.
