Una vez me hicieron llegar unos comentarios varoniles que yo no debería haber visto. En su momento me resultaron muy desagradables, aunque todos decían cosas muy positivas de mi apariencia física. Ignoro la razón. Hubo uno que no me gustó nada, básicamente porque es falso:
"Está buenísima pero es más pija que el polo de Lacoste".
En primer lugar, no estoy buenísima. Nunca lo he estado. Ni a los 20 años ni ahora, con medio siglo de vida. Resultona y apañada con lo que Dios o la madre naturaleza me ha dado, o más bien me ha quitado, eso puede ser. Centímetros de estatura me ha quitado muchos. Tengo la talla de una niña de 14 años, no de las de ahora, sino de las del siglo pasado.
Y lo del polo de Lacoste, mis hermanos tuvieron muchos pero yo solo uno. Y no ha dado buen resultado, porque lo he puesto muy poco; me arrepentí de la compra porque no me gusta enseñar los brazos,- en verano es difícil- no me gustan nada mis brazos, y prefiero la manga francesa. Tiene pocas lavaduras, y no está bien. La calidad no siempre acompaña a la marca. Y no es de los chinos.
Y sobre todo, no soy pija. Si alguien dice eso de mí, es porque no me conoce, como así era en tal sujeto que escribió eso, ni ha tenido una conversación de tres minutos conmigo. Ni ganas que tengo.
No soy pija ni para expresarme, ni para pensar, ni en mis preocupaciones personales bastante alejadas de la indolencia que he visto en muchos pijos, que curiosamente también pensaban que yo estaba buena y era guapa de joven, pero que no eran para mí.
Siempre he vivido con la sensación de no encajar en ninguna parte.
¿A alguien más le pasa eso?
