viernes, 17 de julio de 2020

La bondad de Lorenzo Silva

Me encantan estas palabras dedicadas a Pau Donés en el suplemento XL Semanal. Un bello homenaje. Cada vez que lo escucho hablar, lo que me viene a la mente, o lo que no puedes evitar pensar es que Lorenzo Silva es un hombre bueno. 



Bondad, comprensión y responsabilidad son necesarios en momentos tan duros como los que estamos viviendo en nuestro país. Cuando parecía que las cosas mejoraban y retomábamos un poquito la vida, se vuelven a complicar. Al menos en algunas zonas de España. 


**Los brotes de Aragón y Catalunya, sin control,
disparan los casos en España: 580 infecciones en un día


https://www.lavanguardia.com/vida/20200716/482336077032/simom-brotes-aragon-catalunya-situacion.html

**NUEVO AUMENTO SIGNIFICATIVO DE LOS CASOS DIARIOS 
EN CATALUÑA: LA MAYORÍA EN EL ÁREA METROPOLITANA 
DE BARCELONA 









Más de 700 nuevos positivos por covid-19 confirmados por PCR


He escuchado esta mañana que una de las zonas afectadas en Barcelona era la de Sans. Por ahí estuve el verano pasado. Mi hijo  primogénito competía en el Open Internacional de Ajedrez que se celebraba en las Cocheras de Sans de Barcelona y que, por cierto, ganó en su categoría. 

Creo que no me olvidaré nunca de cómo el niño catalán que era favorito de grupo, al terminar Iván la última partida que estaba siendo retransmitida por el pantallón grande de Cocheras, y por internet, se acercó a él, el primero de todos y le dijo: "Enhorabuena Iván. Has hecho un gran torneo. ¿Tú nunca habías venido por aquí verdad?". Le extendió la mano para estrecharla, algo que no se podrá hacer este año, se dio media vuelta, y se fue con su padre con los ojos llorosos. Eso es educación. En general me parecieron muy educados los barceloneses; es elegancia y caballerosidad que es lo propio de un juego como el ajedrez, y es saber perder. Aceptar la derrota. Es más difícil saber perder que saber ganar. Es algo que te enseña la vida y que, si no sabes perder, vas aprendiendo poco a poco, porque la derrota forma parte de la vida. De unas vidas más que de otras. 

Tal vez gane este año ese niño si se celebra el Open Internacional en las Cocheras de Sans. Mi hijo Iván no irá a Barcelona. Ayer lo tuve muy disgustado por algo que, a su edad, es muy importante para él. Ya se le pasará. El fútbol, aunque mueva mucho dinero, no es tan importante. 

Mi hijo estará este verano compitiendo en agosto por Granada, en el Campeonato Nacional de Ajedrez individual por edades y seguramente después también en Linares (Jaén) en el Campeonato Nacional de Equipos. 

Un verano muy distinto del anterior. Con muchas crisis acumuladas, como cuenta este periodista, más moderado ahora, de lo que era antes. Tuvo cada rifi rafe con cierto Pope de las ondas de aúpa...

Según él, el acto de ayer, fue un acto redondo. 
A mí me pareció un intento de lavado de cara de la Monarquía. 
Como bien dice, hay muchas crisis acumuladas. No cabe ni una más. 
Bueno sí. En eso se equivoca creo yo. Hay una cosa que es cierta. Las cosas siempre pueden ir a peor. 

https://www.lavanguardia.com/opinion/20200717/482339960326/patio-cuadrado-acto-redondo.html

PATIO CUADRADO, ACTO REDONDO

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Patio cuadrado, acto redondo. Una escenografía pensada para la mayoría social realmente existente. El Gobierno de coalición intenta colocarse en el centro de la tormenta para intentar capearla mejor. No es seguro que lo consiga, puesto que nunca se habían acumulado tantas crisis en un solo instante. Una crisis sanitaria, de la que aún desconocemos la salida. Crisis económica, que irá en aumento en los próximos meses. Riesgo de crisis en la gobernanza europea, si el Consejo Europeo se bloquea en la discusión sobre los planes de recuperación. Grave crisis de reputación de la monarquía. Crisis de reputación de los partidos políticos. La densa crisis de Catalunya, ahora sazonada por dos acontecimientos de muy distinto signo: los evidentes fallos de la Generalitat en la gestión de la epidemia y las informaciones sobre el espionaje con dispositivos de alta tecnología a dirigentes independentistas. ¿Falta alguna crisis más en España? Solo falta un terremoto. Crucemos los dedos.

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