Ayer, primero de mayo, aprovechamos para disfrutar del Día del Trabajo precisamente SIN TRABAJAR. Una bonita visita a la comunidad vecina de Cantabria y su famosa cueva El Soplao. Una visita muy recomendable e interesante, especialmente para los niños. Mis hijos la disfrutaron mucho. Es la más grande del país y requiere reserva previa con bastante antelación. Fuimos con mi madre y su esposo y también les gustó. Una jornada festiva y familiar.
Un muy bello rincón de la cueva.
La de abajo, amable lector, le aseguro que es una formación de estalagmita, con cristales, que se ha formado en cientos y cientos de años. Eso es. Ni más, ni menos. Al fondo se ve un foco que ilumina la formación de la roca.
A esta la llaman "La ópera". Es bellísima y tiene muy buena acústica. De hecho, de fondo pusieron una bella melodía cantada por una soprano. Todo muy preparado para el visitante.
Recuerdo de los mineros que la descubrieron. Fueron buscando mineral y se encontraron con esto. La mina se cerró, porque la hubiera destruido y además no había apenas mineral. Eso a veces pasa en la vida: vas buscando una cosa y aparece otra que no esperabas y que es mucho mejor. Quién cantaba aquello de "La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida..."
El tren de bajada a la mina. Todo muy organizado.
