Este artículo fue publicado en la SECCIÓN DE ECONOMÍA
del diario EL COMERCIO el sábado 12 de mayo de 2018
Con
fecha 04.10.16 publiqué en EL COMERCIO un artículo titulado “Una retirada a
tiempo” en la que explicaba la retirada de la salida a bolsa de Telxius por
parte de Telefónica. Hoy me toca explicar la inesperada retirada de la salida a
bolsa de Azora que estaba prevista para ayer viernes, 11 de mayo. A menos de 48
horas del toque de campana nos anuncian que la compañía dirigida por Fernando
Gumuzio y Concha Osácar retrasa su salida a bolsa, explicando que se debe a las
incertidumbres sobre el futuro de Hispania derivadas de la OPA de Blackstone y
de su potencial impacto en el plan de negocio previsto y su colocación. Así lo
comunica también la CNMV. Considera la compañía que el hecho de que coincidan
ambas operaciones, la OPS (oferta pública de suscripción) y la OPA (oferta
pública de adquisición) sobre la Socimi hotelera Hispania que gestiona Azora,
podría afectar mucho a la debutante en su devenir en bolsa. Azora, de haber
empezado ayer a cotizar, sería la segunda compañía después de Metrovacesa que
se estrenase en bolsa este año, en el que el sector inmobiliario parece que va
a tener un protagonismo indiscutible en el parqué, tras los estrenos en 2017 de
Neinor Homes y Aedas Homes.
Lo
cierto es que no me lo esperaba, de ahí el título de esta breve nota, porque
desconocía la operación paralela. Creo que no he sido la única a la que esto ha
pillado por sorpresa. En principio, Testa Residencial también tenía previsto
para mayo su debut, aunque no ha concretado fecha. Estos días el Ibex nos está
dando alegrías, recuperando los 10.200 que había perdido en febrero. La
situación del mercado siempre anima a las empresas en su decisión de cotizar,
pero si sobre la operación sobrevuelan incertidumbres como la referida a la OPA
de Blacksotone, las empresas no se la juegan con esto porque no lo deben hacer:
la función del Consejo de Administración es tomar decisiones que ayuden a crear
valor para el accionista y si esto peligra porque se percibe la amenaza de
destrucción del valor de los títulos, más vale practicar la retirada a tiempo,
como hizo Telefónica con Telxius, aunque esta sea, a la postre, una retirada
inesperada.