domingo, 13 de mayo de 2018

La que tuvo, retuvo

Maravillosa velada ayer en el AUDITORIO DE OVIEDO. María Joao Pires finalmente vino a Oviedo, y nos deleitó con una versión intimista y muy digna para su edad, del concierto número 3 de Beethoven, cuyo último movimiento es el más conocido. En la segunda parte, la Orquesta de París hizo una versión gloriosa de la Sinfonía número 3 de Brahms, cuyo tercer movimiento, "Poco Allegretto" ha sido muy versionado en la cultura popular. También en el cine, en una famosa película de Ingrid Bergman, creo recordar.

De propina, María nos deleitó con el segundo movimiento de la Sonata Patética de Beethoven, que yo toqué en mi examen final de séptimo de piano. La orquesta de París también dio propina. Me sorprendió la generosidad francesa con la pequeña Vetusta. Interpretó una de mis obras favoritas de Edward Elgar: las Variaciones Enigma, la de Nimrod. 

Sin duda, un concierto para recordar y me alegra que mi hijo pianista, que debía de ser el más joven de todo el público del Auditorio ovetense, lo disfrutara mucho. A la gente le sorprende que mis hijos estén quietos y cenando tranquilamente en un buen restaurante o que escuchen tranquilamente un concierto de música culta de dos horas. A mí lo que me sorprende es que les sorprenda.