jueves, 24 de mayo de 2018

Examen final

Fue la pieza final de mi último examen de carrera. Es una obra maravillosa. A mí, al menos, me lo parece.

Hay una cosa que tenemos en común todos los pianistas y no es el color del pelo o de los ojos. Somos gente solitaria. No nos sentimos mal pasando muchas horas solos. El piano es muy tirano. Requiere muchas horas pero te ayuda a sentirte bien contigo mismo. A descartar la compañía de los demás si no te aporta nada, si te molesta. Si te parece ruido y no buena música, fuera. Si alguien me aburre, me voy. Y cada día disimulo menos.  Con el proceso de envejecimiento, este tipo de actitudes se me van radicalizando. No disimulo nada en absoluto. Solo quiero estar con quien en verdad quiero estar. Y para eso, no tengo medida. 

Una chica de extremos, he oído alguna vez. Doble o nada. Pues qué le voy a hacer. De eso se trata la vida. De saber cómo eres y quién eres.