miércoles, 23 de mayo de 2018

Uno de los nuestros

Ayer murió Philip Roth, sin Premio Nobel, pero tal día como hoy murió uno de los nuestros: Luis de Góngora, el 23 de mayo de 1627. Hubo un tiempo que se llamó para nosotros Siglo de Oro. Y la competencia ayudaba a mejorar. En su caso, la que le dio Quevedo. Ahora parece que sólo importa la competencia entre el Madrid y el F.C. Barcelona. Lástima. 


Luis de Góngora 

Y esto se lo dedicó su "amigo" Francisco de Quevedo: 

Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un pez espada muy barbado.

Era un reloj de sol mal encarado,

érase una alquitara pensativa,
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón más narizado.

Érase el espolón de una galera,

érase una pirámide de Egipto,
las doce tribus de narices era.

Érase un naricísimo infinito,
muchísimo nariz, nariz tan fiera
que en la cara de Anás fuera delito.