Todo muy racional, lógico y legal. Buen señor, este letrado.
Eso sí ¿Casarme por el hecho de tener una pensión de viudedad? No va conmigo. Soy una persona muy legalista y cumplidora de normas y leyes, mi cita con Hacienda no me la pierdo jamás, entre otras razones porque siempre me devuelve dinero, pero en cosas del amor, hablar de DINERO y de LEYES me chirría. Me ofende. Me molesta.
Amor es amor. Puro y duro. Me casé muy enamorada y porque me lo pidieron. Hay mujeres que se les nota que necesitan eso sí, o sí. Me parece falta de confianza en sí mismas y en lo que pueden aportar a la relación. Cuando no son directamente las que lo buscan tipo penalti y demás, que todavía pasa.
No es necesario esto para mí. Yo llego a la máxima pensión yo solita.
Yo necesito ser amada, que siempre lo he sido, (chica con suerte) y AMAR. No siempre.
Ser sujeto paciente y agente en el amor.
Eso es para mí una relación de pareja exitosa. Lo determinante es eso. El contrato y el dinero, va de seguida, y si se necesita, quien lo necesita.
Además, los hombres muy enamorados siempre quieren casarse. Son ellos los que lo necesitan y lo quieren. Es una forma de "propiedad" de la mujer que aman que quieren dejar muy claro a ellos mismos, a ella y al mundo que es suya. Y no me parece mal, la verdad. De veras. En el fondo no me parece mal, porque si estás enamorada hasta las trancas de un hombre solo deseas estar con él. Eso te halaga. Que desee casarse te halaga, aunque no lo necesites.
No somos propiedad de nadie, ya, ya...Pero el hombre enamorado, verdaderamente enamorado, quiere casarse. Y ella si lo está también, dirá que sí.
Y eso de que los hombres enamorados siempre quieren casarse, no solo lo digo yo, por la experiencia vivida. Lo dijo alguien con una cabeza muy grande y un entendimiento muy grande para muchas cosas: Manuel Vázquez Montalbán. En un gran libro, "Los mares del Sur" y a través de una mujer.
“Novios,
firmad capítulos matrimoniales ante notario” (lavanguardia.com)
Cumplo 92 años el
día 24. Soy de Barcelona. Soy abogado. ¿Estado civil? Es mi esfera privada.
¿Política? Es mi esfera privada. ¿Religión? Es mi esfera privada. Soy un
fundador de la Societat Catalana d’Advocats de Família (SCAF) y de la
Asociación Española de Abogados de Familia (Aeafa)
Francesc (Paco) Vega Sala,decano de los abogados de familia en
España
07/07/2021 01:53
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40 años de la ley del divorcio
El señor Vega Sala propone abrir una botella de cava para alegrar nuestra
entrevista y celebrar la efeméride de hoy: la ley del divorcio aprobada el 7
de julio de 1981 cumple 40 años. Francesc Vega Sala ya ejercía entonces como
abogado matrimonialista, y vivió aquel cambio histórico. Me lo presentan sus
colegas Cristina Martínez y Mercè Mira, (vocal, una, y presidenta, otra, de la
SCAF). Las leyes cambian vidas: los tres letrados me insisten en que el derecho
de familia regula tu vida desde antes de que nazcas hasta después de que hayas
muerto. La aportación de Vega Sala al derecho de familia ha sido notabilísima,
y por eso el Ministerio de Justicia acaba de otorgarle la última cruz de honor
de la orden de Sant Raimon de Penyafort, máxima distinción de nuestra abogacía.
Hoy, 40 años del
divorcio.
Modificó el derecho de familia. Ya no había que espiar
y pillar al cónyuge para motivar el divorcio.
¿Motivar? ¿Espiar?
Antes, el juez te exigía un papelito que testificase
que la policía había irrumpido en un dormitorio y sorprendido a tu cónyuge en
flagrante adulterio.
El adulterio dejó
de ser un motivo.
Y de ser delito con penas de cárcel.
¿Qué más motivaba
separación, antes?
Incumplimiento del débito conyugal, sevicias. Y dos
años de separación de hecho. Con la ley de divorcio, basta presentar demanda de
divorcio en un juzgado.
¿Y qué hace el
juez?
Concede el divorcio. Y fija las condiciones de la
custodia de los hijos, y pensiones de alimentos o compensatorias... escuchados
los abogados de las partes.
Como abogado, ¿ha sido su territorio?
Si, por 53
años seguidos de abogacía. Es que empecé tarde, ya con 39 años.
¿Qué hizo antes?
Estudié
Arquitectura, que no terminé: suspendía dibujo. Y estudié Derecho, “que tiene
muchas salidas”, dijo mi madre.
Siempre se ha dicho.
Me licencié
en Derecho, y también en Filosofía y Letras, y también Graduado Social. Época
universitaria con amigos: íbamos a Calafell con Carlos Barral, Gil de Biedma,
Castellet, Alberto Oliart, Jorge Folch...
¿Y de trabajar, qué?
Tras el
servicio militar en Salamanca, trabajé redactando el diccionario enciclopédico
Vergara, y luego en el Instituto de Derecho Comparado de París, y en
Estrasburgo.
¿Qué le llevó al derecho de familia?
Un
sacerdota rotense llevaba nulidades matrimoniales desde Madrid, y viajaba
mucho: le conocí, me gustó eso, y nos asociamos, abriendo bufete en Barcelona.
El decano de los abogados matrimonialistas en España es
usted, hoy.
Y cada día
aprendo. Viajé mucho a Brooklyn, era más fácil obtener nulidades.
Le noto cierta añoranza.
El derecho
canónico y sus procesos de nulidad eran muy técnicos, muy bonitos.
¿Recuerda algún caso peculiar?
A un
matrimonio le logré matrimonio no consumado... y tenían ya dos hijos. Probé que
los habían concebido antes de la boda.
¿La nueva ley dignificó a la mujer?
Antes era
tutelada hasta los 25 años por su padre, a menos que “tomase estado”, es decir,
que se ordenaba monja o se casaba.
Para ser tutelada por su marido...
Hoy basta
su libre voluntad para divorciarse, y rápido, consienta o no el otro.
De las discusiones que ha presenciado en 53 años, ¿cuál
ha sido la más cruda?
Un cliente
y yo acudimos al despacho del abogado de la mujer. Los cuatro, frente a frente,
debatíamos. Y entonces... No, discúlpeme, prefiero no contarle lo que pasó.
¿Por qué no?
Mi vida
correría peligro. Y quizá la suya.
Vaya, pues no siga, no siga.
En los
asuntos de matrimonio y familia, los abogados estamos manejando las pasiones
humanas más extremas, más intensas.
También hemos seguido el caso Rociito.
Cada caso
es singular, y no debe ser extrapolado a otros. Cada conducta es única.
Además de rupturas, ¿qué más toca?
Reclamaciones
de paternidad. El juez no puede obligarte a someterte a prueba de ADN, pero
rehuirla equivale a una ficta
confessio , una aceptación.
¿De que se siente más orgulloso?
Impulsé la
pensión de compensación por razón de trabajo, en Catalunya: que el patrimonio
ganado por un cónyuge durante el matrimonio compense al otro que mientras tanto
trabajó en el hogar.
La pensión alimenticia a los hijos, ¿cuándo se extingue?
Al independizarse
los hijos, pero no mientras estudien y vayan aprobando.
¿Qué se estila hoy en custodia de hijos?
Compartirla.
Pero el juez debiera matizar eso: si la madre amamanta, convendría que tuviese
al bebé más tiempo.
Aconseje a una pareja ante la boda.
Firmad
capítulos matrimoniales, ante notario. Reglamentan qué haréis con piso, coche,
hijos, pensiones, si un día hay divorcio.
¿Y a la pareja de hecho estable?
Si muere el
otro, quedarás sin pensión de viudedad, incluso habiendo hijos. ¡Casaos!
¡Qué vehemencia!
Porque “si
pasas de la ley, la ley pasa de ti”. Esta máxima es de Napoleon.
¿Qué mejora introduciría en la ley?
Simplificarla,
así: regúlese régimen económico primario (techo, sustento), y todo el resto, a
capítulos.
Deme un consejo de oro.
A los 18
años haz testamento.
Y aconseje a un abogado de familia que empiece ahora.
Tú solventa
problemas, todos los posibles. O sea, procura no llegar a juicio.