sábado, 24 de julio de 2021

Opino lo mismo, mismísimo

 Laura, mi super amiga super bióloga, nos dijo lo mismo al grupito de Luanco, hace ya mucho. 

Que había una parte del virus que no era replicable en la naturaleza. Que es una secuencia artificial.  

Opino lo mismo que Rossi, que se llama como mi mamá, Rosi, pero es que esto tiene toda la pinta de ser así. 


«Estoy convencido 

de que el virus 

salió por accidente 

de un laboratorio de Wuhan»

El biólogo, al que le tocó vacunarse 

con Pfizer, teme que el coronavirus 

se haga endémico y haya que reforzar

 la dosis «cada uno o dos años»



M. ROJO / A. VILLACORTA

El biologo canadiense Derrick Rossi (Toronto, 1966) es uno de los fundadores de Moderna, una de las farmacéuticas que ha logrado desarrollar una de las vacunas contra el coronavirus. Junto con otros seis científicos, acaba de recibir el Premio Princesa de Investigación Científica y Técnica. Confirmaba ayer, en conversación con EL COMERCIO, que el próximo mes de octubre viajará –«por supuesto»– a Asturias para recibir el reconocimiento. «Me encanta España y me encanta la buena comida, así que estoy deseando volver, y sé que la Fundación Princesa prepara una intensa semana cultural en la que estoy deseando participar», avanza.

–El Princesa de Asturias es en muchas ocasiones un paso previo al Nobel. ¿Qué se siente al entrar en esta nómina de premiados?

–Es impresionante. Me siento profundamente honrado. Aunque he de decir que el trabajo de un científico es explorar la naturaleza, encontrar respuestas a lo desconocido. Y si hay algo que me reconforta es que hayamos sido capaces de encontrar una solución ante una enfermedad que causa millones de muertes en el mundo. Eso me hace más feliz. Parece que he hecho bien mi trabajo.

–¿Qué le parece que el nombre de Moderna sea conocido en todo el mundo?

–Es algo impresionante. Somos una empresa de 1.500 trabajadores, así que es tan inesperado como que fuese a haber una pandemia global y que una técnica nuestra fuese a ser tan útil. Cuando desarrollamos el ARN mensajero no pensábamos en vacunas, pero se ha visto que funciona. Yo creía, y aún creo, que el futuro de esa técnica servirá para curar las más de 6.000 enfermedades genéticas que hay en el mundo además del cáncer. Y también espero que ayude a luchar contra el cáncer. Es muy motivador.

–¿Fue de los primeros en vacunarse o esperó su turno?

–Esperé mi turno, y además, cuando me tocó, ese día, estaban poniendo Pfizer. Así que, en contra de lo que muchos puedan pensar, yo me vacuné con Pfizer. Y en parte me alegra de que sea así, porque ayudo a fomentar la idea de que lo importante es vacunarse. Todas las vacunas son seguras, y está demostrado que ayudan a frenar la pandemia. Recomiendo a todo el mundo que se vacune.

–Ayer mismo se relacionaban algunos casos de miocarditis en Estados Unidos con las vacunas de Pfizer y Moderna. ¿Puede haber algún problema?

–No está nada claro que pueda fijarse una relación directa con las vacunas y, en cualquier caso, son casos tan excepcionales que el riesgo de no vacunarse es infinitamente superior. El peligro de que la covid te haga enfermar o incluso morir es muy elevado y las vacunas están ya salvando vidas. Antes de la vacuna, en los Estados Unidos había unos 250.000 contagios diarios, lo que saturaba los hospitales y causaba muertes. Ahora hay unos 10.000 al día, y, obviamente, es el efecto de la vacuna. Ahora el reto es llegar a todos los países del mundo.

–¿Puede haber variantes, como la Delta, que sean resistentes a la vacuna?

–Los virus son la unidad evolutiva más perfecta que existe. Saben adaptarse a cualquier inconveniente y puede que este logre adaptarse a la vacuna. Lo bueno de la tecnología del ARN mensajero es que, rápidamente, somos capaces de adaptarnos también a él, así que soy optimista.

–¿Servirá la vacuna para inmunizarnos definitivamente?

–Es difícil saberlo. Puede ser que la vacuna nos haga generar una inmunidad natural y no sea necesario, pero también puede pasar que el virus cambie o se haga endémico, como la gripe, y tengamos que vacunarnos cada uno o dos años. En cualquier caso, estamos cada vez más preparados para ello. Lo que más nos costó fue levantar la infraestructura para producir y repartir la vacuna, pero eso está solucionándose y cada vez tenemos mayor capacidad para llegar a todo el mundo.

–¿Habrá más pandemias?

–Aunque nos olvidamos rápido de otras que hubo, como la gripe de 1918, especialmente los políticos, yo creo que esta pandemia ha sido algo excepcional, aunque no hay duda de que habrá más patógenos que salten a los humanos y causen enfermedades. Espero que estemos más preparados para ello. Y habrá tecnologías que aún desconocemos que nos ayudarán.

–¿Cómo nos pudo pasar esto?

–No tenemos pruebas en ningún sentido, pero este virus es tan diferente al de los murciélagos que me parece improbable que haya sido un salto natural. Es un hecho que un laboratorio en Wuhan trabajaba con él y yo estoy convencido de que salió de allí, que se les escapó. No creo que haya sido deliberado, simplemente estaban estudiándolo y hubo un accidente. China lo niega, claro, pero es la explicación que veo más lógica.