miércoles, 14 de julio de 2021

¿Le gusta a usted leer?

 Este artículo fue publicado en TRIBUNA 

de EL COMERCIO el Martes y 13/07/2021

DANIEL CASTAÑO

¿Le gusta a usted leer?

La literatura es algo grande 

que nos ayuda a entender el mundo




Susana Álvarez Otero
SUSANA ÁLVAREZ OTERO

Pues si le gusta, está usted de suerte por Gijón. Ha terminado hace unos días la feria del libro, con presencias notables como Muñoz Molina y Elvira Lindo. Disfruté con su charla y me llevé la dedicatoria del primero de sus 'Ventanas de Manhattan', en cuyas páginas, en primera persona, el gran escritor y personaje a un tiempo, visita los rincones más personales de Nueva York. Tras esa feria, ha llegado la edición XXXIV de la Semana Negra, ubicada en uno de los rincones más bellos de la ciudad. Estoy de acuerdo con Pedro de Silva cuando dice que este encuentro literario, al igual que los Sanfermines de Pamplona o las Fallas de Valencia, permite mostrar el alma de Gijón. Para mí, la villa marinera que evoca ese 'Gijón del alma' y que tanto me gusta, aunque me hayan nacido en Vetusta, la ciudad que noveló Clarín.

Me llaman la atención en el programa incorporaciones de escritores que nunca se han dejado caer por aquí. Entre ellos, Claudia Piñeiro y Lluis Llort. Me sorprende de Claudia que empezó su vida laboral haciendo lo mismo que yo, auditorías, y que se dedique de manera exitosa a la literatura. Yo también dejé la auditoría sí, pero jamás se me ocurriría escribir una novela. Soy músico de formación, aunque no de profesión. Nunca he tenido imaginación ni para inventar cuentos a mis hijos; me limitaba a leérselos, –es lo que sé hacer, leer– y, a veces, en francés. Ante eso, protestaban y reclamaban al cinéfilo de su padre, que se inventaba un guion de cuento personalizado para ellos cada noche. Y ¡ojo con repetir un dato del día anterior! Los niños tienen una memoria criminal para lo que les interesa. Lo que me enoja es que es muy difícil convencerlos de que lean, con tanta pantalla alrededor. Lo contaba muy bien precisamente Lluis Llort, en su presentación en Valencia Negra, que hasta los diez años los niños leen, pero luego se empiezan a evadir con otras cosas y puede que no retornen. Son diez añitos los que tiene Elsa, mi hija menor, que se empieza a dejar seducir por todo eso con lo que la literatura tiene que competir y por lo que no termina de enganchar al público joven. Supongo que seguiremos enganchados a este vicio sano literario los que desde niños aprendimos a evadirnos y viajar lejos, e imaginar vidas distintas con la nariz metida en un libro. Me gusta leer. Me gusta entender el mundo o, al menos, intentarlo, si sabes que quien te lo explica vale la pena. Y me gusta este encuentro literario en la ciudad en la que vivo desde que me casé, hace ya algo más de 20 años.

Feliz ha sido para mí la visita de Carmen Posadas, a cuya columna en 'XL Semanal' no fallo nunca porque siempre destila sensatez y sabiduría. Adoro su manera de expresarse. Es para mí un referente femenino absoluto y la quintaesencia de la elegancia en su presencia y en su actitud. Presentará su nuevo libro, supongo, la que fue autora en 2001 de 'La bella Otero', una obra que más que leer casi estudié, por encontrar lugares y nombres que me resultaban familiares. Ansiosa estoy de escuchar nuevamente a habituales semaneras como Marta Sanz, que este año nos propone una charla como celebración del centenario de la muerte de Emilia Pardo Bazán. Espero que me firme mi ejemplar de 'Susana y los viejos' que debería haber ganado el Premio Nadal en 2006. No estará, claro, mi escritor español favorito, que se ha ido en el fatídico año 2020: Juan Marsé. Pocas novelas me han conmovido tanto como su 'Teresa'. Adoro su prosa de orfebre y cada vez que abro un libro en la mesa de novedades, de gente que una se pregunta quién le ha dicho a Fulanito o Menganita que es escritor/a, vuelvo a abrir 'Últimas tardes con Teresa', por cualquier página, y me reafirmo en saber distinguir entre quien sabe escribir y quién no. No me gusta que intenten colarme goles literarios, ni que se venda por literatura lo que no lo es. De él nos quedan también esas memorias póstumas, esas notas en las que expresa precisamente su hastío de la novela negra, vierte ácidos juicios sobre el periodismo, el cine, la política y muchos colegas, o declara su admiración por el trasero de Jennifer López.

La literatura es algo grande que nos ayuda a entender el mundo. Ya no son tiempos de pijas que toman decisiones amorosas fallidas, ni de relaciones como la de la fogosa Pardo Bazán y Benito Pérez Galdós. El tal Benito le escribió una carta a un amigo ilustre, donde le decía que la Pardo Bazán, catedrática ella, de tan lista, inteligente e instruida perdía el encanto de mujer. ¡Puro machismo decimonónico! Prefirió a la bella asturiana –y analfabeta– Lorenza Cobián, madre de su única hija. Los hombres que habitan el siglo XXI creo que ya han entendido que se puede poseer el cuerpo de una mujer y disfrutarlo, y hacerla disfrutar, pero para ello no es necesario domeñar su mente, sino entenderla y respetarla. Eso son y serán historias del siglo XXI para escritores y lectores de este siglo. Galdós en el XIX y Marsé en el XX ya vivieron su vida e hicieron su trabajo.

Toca crear y disfrutar nuevas novelas. ¡VALE!





Bella ilustración de Daniel Castaño