Sigue sorprendiéndome, cada año. Como decía mi "güelina" materna, Vicenta, que en paz descanse: "No saben qué inventar para vender más". Vivir de vender es difícil, evidentemente.
Es un deber:
Cumplir con el proyecto de construcción de nuestra propia felicidad.
Calendario de la Basílica del Sagrado Corazón.