domingo, 25 de julio de 2021

Casa Conrado

 El viernes cenamos en  Casa Conrado. Me tocaba invitar. Logro profesional del pasado mes, pendiente. 

4 personas. Dos parejas. Mi esposo y una pareja de amigos. En un restaurante emblemático y carísimo de Oviedo. Mi amiga y mi esposo prefieren el Ribera de Duero. Se eligió. Y la carne....Chuletón de buey al peso. 

Me acordé de Garzón. Es caro comer carne, y tiene razón que con el tiempo tendremos que ir haciéndonos vegetarianos por propia subsistencia del planeta. Estoy de acuerdo con su argumento pero también soy carnívora. 

También me tocó conducir de vuelta a Xixón. Le pregunté a mi acompañante si cogía el desvío o la general, donde suele haber controles de alcoholemia. 

Ya no estaba. Estaba en brazos de Morfeo. Solo me acompañaba la luna llena maravillosa de ese día. Opté por el opaco desvío. 

Las copas de Ribera en mis 47 actuales kilos de peso, podría ser tremendo el efecto. Mi cabeza eso sí, estaba despejada.